KUALA LAMPUR. Sin esperanza de encontrar supervivientes. El primer ministro malayo, Najib Razak, anunció que las nuevas informaciones recabadas confirman que el avión de Malaysia Airlines desaparecido el 8 de marzo se estrelló en el océano Índico y descartó la posibilidad de encontrar con vida a alguno de los 239 pasajeros del vuelo.

 

“Con profundo dolor debo informar que, de acuerdo con las últimas investigaciones, el vuelo MH370 terminó en la zona sur del Océano Indico”, dijo el premier malasio en una rueda de prensa. Antes del anuncio, Malaysia Airlines envió a los familiares un mensaje de texto en el que informaba de lo ocurrido y lamentaba comunicarles que “ninguno ha sobrevivido”.

 

“Malaysia Airlines se comunicó con los familiares de los pasajeros y la tripulación para informales. Para ellos, las últimas semanas han sido desgarradoras y sé que esta noticia lo será aún más”, agregó el primer ministro malayo, que prometió ofrecer más detalles hoy.

 

La búsqueda de los restos del avión continuará para avanzar en la investigación y establecer los motivos del accidente. Ayer se informó que las tripulaciones de un avión de reconocimiento australiano y otro chino descubrieron nuevos objetos avistados a dos mil 500 kilómetros al oeste de la ciudad de Perth, en el océano Índico que podrían pertenecer al desaparecido avión malasio.

 

La oficina de seguridad marítima de Australia (AMSA) informó del descubrimiento de dos nuevos restos, uno redondo y gris o verde, y otro es rectangular y naranja, según informó AMSA, que no proporcionó detalles sobre el tamaño. El primer ministro australiano, Tony Abbott, informó de inmediato a su homólogo malasio sobre el hallazgo y anunció que aviones japoneses y estadounidenses se dirigen al lugar del avistamiento.

 

Abbott, sin embargo, comentó ante el Parlamento de su país que “no sabemos aún si esas piezas pertenecen al vuelo MH370. Puede tratarse de simples despojos del mar”.

 

Se trata de piezas diferentes a las avistadas previamente por un avión chino que voló a gran altura sobre la zona de búsqueda, mientras que el aparato de vigilancia australiano, más pequeño, pasó sólo a pocos cientos de metros de la superficie del mar

 

La noticia pone fin a dos semanas de incertidumbre y versiones contradictorias sobre la desaparición de la aeronave, un hecho que había sido calificado por las autoridades aeronáuticas malayas como un “misterio sin precedentes” y cuya infructuosa búsqueda trajo fuertes críticas de los países cercanos, sobre todo China, quien ayer pidió a Malasia que le entregue “toda la información y pruebas” que han llevado a la conclusión de que el avión ha acabado en el océano Índico.

 

Las autoridades malayas no ofrecieron hasta ahora una explicación de lo ocurrido con el avión, por lo que los ojos están puestos en recuperar las cajas negras del aparato.

 

El Boeing 777-200 despegó de Kuala Lumpur rumbo a Beijing en la madrugada del 8 de marzo y desapareció de los radares civiles de Malasia unos 40 minutos después. Se cree que la aeronave giró y se dirigió en dirección contraria, hacia el sur, tras desaparecer de los radares por motivos desconocidos.

 

Desde entonces, equipos de 26 naciones participaron de la búsqueda del aparato en un descomunal operativo de rastrillaje que empezó en el Mar de China Meridional y se extendió luego al Índico.

 

Durante la búsqueda del aparato, el arco de líneas investigativas incluyó desde sabotaje y secuestro terrorista hasta accidente por falla mecánica, suicidio, entre otras, por lo que los investigadores policiales interrogaron a más de un centenar de personas, incluidas las familias del piloto y copiloto.