Antes de que fuera inaugurada la Línea Dorada, el consorcio constructor (ICA-Alstom-Carso) sabía los rieles registraban un desgaste ondulatorio prematuro, que ponía en riesgo la seguridad de las operaciones.

 

De acuerdo con un documento que envío el Consorcio el 17 de mayo de 2013 a Enrique Horcasitas, director de Proyecto Metro, reconoce afectaciones en el sistema de vías, que se presentan en las curvas con radio menor a 380 metros.

 

“La ubicación y trazo de la Línea 12 obedeció a una Ingeniería Básica proporcionada por el Cliente, en la cual el Consorcio se basó para proyectar el sistema de vías, y en su momento el Proyecto Metro del Distrito Federal (PMDF), instruyó al consorcio para que se respetara la geometría proporcionada, aun cuando dicho trazo consideraba curvas forzadas en algunos tramos, debido a la restricción en el sentido de afectar lo menos posible a los predios por donde se trazaría la Línea 12, sin embargo, esto nos llevó inevitablemente a tener las siguientes afectaciones que se están presentando en las curvas de radio reducido menores a 380 metros”.

 

 

“Actualmente existe un desgaste ondulatorio prematuro excesivo del riel en estas curvas, lo cual generó que en octubre 2012 (días antes de su inauguración oficial, que fue el 30 de octubre), se nos ordenara realizar el cambio de 900 metros de riel en las curvas 11 y 12, sin existir un fundamento y origen del problema, por lo que actualmente se volvió a presentar este efecto de desgaste en el nuevo riel instalado…”.