Alfonso Portillo, ex presidente de Guatemala, se declaró hoy culpable en una corte federal de Manhattan de lavar millones de dólares provenientes de pagos que le otorgó el gobierno de Taiwán, a cambio de que reconociera a este país diplomáticamente.

 

En un comunicado, la fiscalía de Manhattan indicó que Portillo recibió 2.5 millones de dólares en sobornos, con el fin de que usara su influencia para reconocer a un país que no es miembro oficial de Naciones Unidas, y que China aún considera parte de su territorio.

 

Portillo se embolsó el dinero que, de acuerdo con la fiscalía, debió haber sido destinado para el beneficio del pueblo de Guatemala, y lo hizo mediante inversiones en bancos en Estados Unidos, con el fin de blanquear los recursos y ocultar su origen.

 

Presidente de Guatemala entre enero de 2000 a enero de 2004, Portillo fue extraditado a Estados Unidos en mayo de 2013, y se declaró culpable del único cargo que pesaba en su contra, por el que puede ser condenado a una pena máxima de 20 años en prisión.

 

“Entendí que, a cambio de tales pagos, yo usaría mi influencia para hacer que Guatemala continuara reconociendo a Taiwán diplomáticamente”, aceptó Portillo, de 62 años de edad, de acuerdo con el testimonio que rindió ante la corte.

 

El ex mandatario reveló que recibió ayuda de terceras personas para transportar los 2.5 millones de dólares en sobornos desde su país a Estados Unidos, donde fueron depositados en cuentas bancarias.

 

El fiscal de Manhattan, Preet Bharara, manifestó que Portillo se equivocó al calcular que “su posición de poder” evitaría que respondiera ante la ley por aceptar sobornos que debieron haber sido destinados a su país y que en cambio se apropió.

 

“Esta oficina perseguirá agresivamente y procesará individuos, sin importar su posición o título, si se involucran en violaciones a las leyes de Estados Unidos”, advirtió Bharara.