Durante los 40 días de la Cuaresma, los sacerdotes de la Arquidiócesis Primada de México podrán perdonar el aborto, pecado que, según el canon 1398, merece la excomunión y que generalmente, sólo los clérigos penitenciarios, el Obispo o el Papa, pueden indultar.

 

Sin embargo, el cardenal Norberto Rivera Carrera, hizo una excepción durante la Cuaresma, (periodo que arrancó con el Miércoles de Ceniza y concluirá el Jueves Santo) a fin de facilitar la “experiencia de la conversión y la gracia de la reconciliación”.

 

La disposición del arzobispo Primado se dio a conocer en una circular enviada a todo el presbiterio, miembros de Vida Consagra y fieles laicos de la Arquidiócesis de México, para indicar algunas normas que ayuden a vivir “fructuosamente” el momento especial de gracia que significa la Cuaresma.

 

La Iglesia Católica refirió que en tiempo ordinario, esta potestad de absolver pecados reservados en el caso de la Arquidiócesis Primada de México, la tienen únicamente los sacerdotes penitenciarios de la Basílica de Guadalupe y la Catedral Metropolitana.

 

Asimismo, los ministros delegados por los Vicarios Episcopales en cada una de las ocho Vicarías y aquellos que ocupan el cargo de decanos.

 

En sus recomendaciones, Rivera Carrera pidió tener presente que “nuestras privaciones voluntarias pueden ayudar a aliviar las necesidades de los desvalidos, pues de este modo viviremos la actitud fundamental de la caridad cristiana, compartiendo algo de lo que tenemos”.

 

Por su parte, Jorge Traslosheros, historiador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirmó que esta medida no es precisamente una novedad por parte de la iglesia, sin embargo, pocos la conocen.

 

“Esto se hace desde hace muchísimo tiempo. La Cuaresma es un tiempo de penitencia, siempre en esa fecha las confesiones suben mucho; hay pecados reservados al Obispo, pero últimamente se da mucha relevancia al aborto”.

 

Para el sociólogo, es muy importante que se dé relevancia explícitamente en torno al aborto, sobretodo porque la iglesia está ordenando mucho el discurso de la misericordia, pero hoy sonará mucho más fuerte porque se trata del Papa Francisco, apuntó.

 

“Muchas de las cosas que dicen que son nuevas es porque se trata del Papa Francisco, porque aun cuando la iglesia de Francisco dice que no se puede juzgar a una persona homosexual cuando se acerca a Dios, eso también lo dice el Catecismo”, refirió.

 

En entrevista telefónica, el sacerdote penitenciario de Santa María la Mayor en Roma, el dominico Pedro Fernández, quien dedica ocho horas diarias a confesar, indicó que el aborto es “un pecado-delito, cuya absolución está reservada al obispo diocesano.

 

Éste, dijo, “puede dar permiso a los sacerdotes que él indique en su diócesis para que puedan absolver este pecado en determinadas ocasiones”.

 

El aborto, remarcó el religioso, es un pecado y además delito, es decir, “además de ser pecado tiene la pena de la excomunión latae sententiae o que se incurre en ella inmediatamente.

 

Por eso, “me parece que hay más tendencia a confesarlo por parte de las personas”. No obstante, lamentó, “el número de abortos es enorme y es un pecado personal y social que clama al cielo y el mundo no tendrá paz hasta que no seamos capaces de frenar este crimen”.

 

La legislación civil en este sentido es muy preocupante, dijo, pues quienes están puestos para defender la vida, son precisamente quienes la destruyen.

 

La Cuaresma, indicó, es el tiempo tradicional de las confesiones anuales como preparación para la comunión por Pascua Florida. Desde el Concilio IV de Letrán (1215) se impuso la costumbre de confesar y comulgar una vez al año.

 

Aunado al llamado del Papa Francisco, quien está invitando a recibir la misericordia de Dios, “han aumentado las confesiones y hay personas que de nuevo están volviendo al Evangelio, pues todos necesitamos experimentar el gozo del Evangelio”, agregó.