Le faltan muchos dolores a Marcelo Ebrard.

 

El martes de la semana pasada, 4 de marzo, adelantamos en este espacio de información cómo el ex jefe de Gobierno enfrentaría severos problemas por las corruptelas dejadas en la construcción de la Línea 12 del Metro.

 

Él trata de eludirlas.

 

Tras mil intentos, su sucesor Miguel Mancera aceptó reunirse con él y hablar de un problema con mil ángulos de conflicto:

 

Veinticuatro mil 500 millones de pesos invertidos sin mayor justificación, un sobreprecio superior a 50 % y sin garantías a los casi 450 mil usuarios diarios de esa ruta.

 

Después de aquel encuentro Ebrard intentó desviar la atención.

 

Se encontró con Mancera, filtró a su medio de prensa favorito, para hablar de temas políticos.

 

El primero es impulsar un frente de las izquierdas en contra de la ley reglamentaria de la reforma energética, con el cual busca ganar espacios para Andrés Manuel López y Cuauhtémoc Cárdenas.

 

El segundo asunto común, agregó, es la sucesión en el PRD, donde intenta presentarse como alternativa a la candidatura única de Cárdenas y la segura victoria de Carlos Navarrete.

 

Mentira, dijimos aquí, y ya tiene usted las pruebas y las consecuencias.

 

TODAVÍA LE GUARDAN MUCHAS SORPRESAS

 

Formalmente los problemas de Marcelo Ebrard comenzaron el día de la inauguración de la Línea 12.

 

Intentó subestimar la participación del gobierno federal, pese a la presencia -única en todo el sexenio pasado- de Felipe Calderón.

 

Agradeció el apoyo calderonista de dos mil millones de pesos.

 

No dio la inversión total porque pretendía ocultarla.

 

Todavía hoy no hay certeza del monto, pero convengamos en 24 mil 500 millones.

 

Calderón no se intimidó.

 

Confirmó el apoyo federal para esa obra urbana: nueve mil y no dos mil millones de pesos.

 

Nueve mil a reserva de ver en cuánto queda, porque todavía se cierran cuentas y falta el informe final.

 

Informe, vale aclarar, dependiente de investigadores extranjeros y sin considerar cuánto más se necesitará invertir para no poner en riesgo a casi medio millón de capitalinos viajeros en las 20 estaciones de la ruta.

 

He aquí un avance: a los 24 mil 500 millones sume usted 400 millones invertidos de diciembre de 2012 a la fecha y casi 750 millones en los próximos seis meses.

 

Mil 150 millones de pesos más… por lo menos.

 

Una bicoca, dirá el señor Ebrard.

 

A ver si opina lo mismo cuando las denuncias y peritajes estén en manos de la justicia porque no hubo pudor, ni orden, ni control, ni supervisión en la obra dorada de don Marcelo.

 

Conste: todo esto lo adelantamos la semana pasada en este espacio.

 

CHIHUAHUA: MANZANAS Y HERMANDAD PRIISTA

 

1.- En 1997 me acerqué al diputado federal Patricio Martínez.

 

-¿Listo para Chihuahua? Artemio Iglesias dice estar seguro de recuperar la gubernatura para el PRI.

 

-Eso dice él. Vamos a ver qué dicen los priistas.

 

Patricio contendió internamente contra Artemio, lo venció y luego superó al PAN. Fue gobernador de 1998 a 2004.

 

Lo recordé el martes cuando Martínez subió con su caja de manzanas a la tribuna del Senado y pidió respaldar la agricultura nacional porque el mercado interno está invadido y se vende al doble o al triple de precio.

 

Pensé: Artemio Iglesias, productor de manzanas de toda la vida, se lo reconocería.

 

2.- La diputada perredista Ariadna Montiel dio muestra de cómo es posible servir a la comunidad sin alardes.

 

Entrega 700 pesos mensuales desde enero a 150 mujeres embarazadas, justo cuando el niño en el vientre más necesita alimentación y atención para nacer sano.

 

Hecho inédito.

 

Y 3.- Manlio Fabio Beltrones no se hace bolas.

 

La bancada priista en la Cámara de Diputados seguirá la ruta marcada por el presidente Enrique Peña y, así como aprobó la Ley Federal de Consulta Popular, seguirá con las reformas propuestas por el Ejecutivo.

 

-Así saldrá México de la mediocridad de los últimos sexenios, dijo Beltrones ayer.

 

La frase retumbó en el PAN.