La Procuraduría General de la República, al mando de Marisela Morales, facilitó la consolidación y expansión de Los Caballeros Templarios entre 2011 y 2012 al dejar de investigar y borrar de sus objetivos prioritarios a Nazario Moreno González, El Chayo.

 

En ese lapso, de acuerdo con información actualizada del gobierno federal, el líder del cártel logró controlar la zona de la Tierra Caliente michoacana, la costa y ampliar su domino, para el trasiego y venta de drogas, por el corredor Michoacán-Estado de México-Guerrero, con lo que logró derrotar a Los Zetas y desplazarlos a otras entidades.

 

La muerte de El Chayo fue tan desaseada por parte de la PGR, explicaron fuentes consultadas, que no se documentó ni de forma básica su abatimiento en algún expediente, con testimonios de familiares y cómplices, reconstrucción de hechos, así como información recolectada por personas afectadas por sus operaciones como pobladores, empresarios y funcionarios públicos de la zona, tampoco se recabaron pruebas de ADN de algunos de sus familiares para tener la capacidad de compararlos con cuerpos que se hallaban en la región.

 

Este desaseo, precisaron las fuentes, también involucra al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), que no aportó información de inteligencia válida para corroborar o no la posible muerte del capo; algo similar ocurrió con la Secretaría de Seguridad Pública Federal, que se limitó a no aportar información.

 

Sin embargo, a pesar de que no existía un expediente con el que se certificara jurídicamente su muerte, en sus informes de labores al frente de la PGR, Marisela Morales asentó que Moreno González estaba muerto.

 

“Aunque no se reconoció de manera legal que estaba muerto, el que así se declarara de manera formal, prácticamente desactivó cualquier búsqueda o rastreo (de El Chayo) dentro del gabinete de seguridad. Ahora se tendría que analizar si esto fue por conveniencia política y por tanto negligencia o por algún tipo de complicidad”, consideró un funcionario federal.

 

La fuente incluso recordó que, durante la gestión de Felipe Calderón, algunos integrantes de su gabinete de seguridad “presumían” ante el gobierno de Estados Unidos las detenciones o muertes de los capos que se habían logrado, una de ellas aseguraban que era la de El Chayo.

 

Sin embargo, el gobierno de Estados Unidos nunca tuvo información que lo confirmara y por ello, explicó el funcionario, no confió en esa versión. “A principios de 2012 tuvieron información confiable de que vivía y meses después nos advirtieron que recibía protección de autoridades municipales, estatales y federales ubicadas en Michoacán”.

 

Camino libre

 

Pese a que nunca hubo pruebas de su fallecimiento en diciembre del 2010, Morales dio por terminada la búsqueda de Nazario, quien operó casi sin obstáculos los siguientes dos años.

 

En el 2011 la PGR desactivó la búsqueda de Moreno. Fuentes federales confirmaron que se mandaron al archivo por lo menos dos órdenes de aprehensión que existían en contra del capo por múltiples delitos. Se canceló recompensa de 30 millones de pesos que había por su captura.

 

Además fue borrado su rostro de la relación de los más buscados, así como su ficha con sus alias, zona de influencia, cargos que se le imputaban, y recompensa. Solo se colocó una silueta en blanco con la palabra “occiso”.

 

Mientras eso ocurrió Moreno coordinó la transformación de La Familia en lo Caballeros Templarios, grupo con mayor fuerza operativa e independencia operativa. Afianzó las redes delictivas no solo de tráfico de drogas, sino de extorsión a empresarios, la explotación ilegal de minas y el secuestro.

 

Incluso, mandó construir altares en municipios de Buenavista Tomatlán, Aguililla y Apatzingán, para que se le venerara como una especie de “santo” luego de su supuesta muerte.

 

Cronología de errores

 

El 10 de diciembre, el entonces vocero del gobierno federal, y a la postre secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, anunció el fallecimiento de El Chayo en un enfrentamiento ocurrido un día antes. Dijo que había elementos de “información” que permitían presumir esto.

 

El 14 de diciembre en un comunicado conjunto del gabinete de seguridad, se reiteró el supuesto abatimiento de Moreno y se dijo incluso que La Familia se estaba debilitando.

 

El 15 de diciembre el vocero de la PGR, Ricardo Nájera, fue a contracorriente de la versión oficial y refirió que no podía confirmarse oficialmente la muerte de El Chayo porque no había un cadáver. Pero un día después el procurador Chávez Chávez dijo que aun sin ello, había datos suficientes para presumir su muerte.

 

En el resumen ejecutivo del Quinto Informe de Gobierno, y ya con Marisela Morales en la PGR, se subrayó que Moreno había sido abatido en diciembre del 2010 y se le dio oficialmente ese estatus junto con otros capos como Ezequiel cárdenas Guillén o Ignacio Coronel Villarreal.

 

Un año más tarde, en el Sexto Informe de Gobierno la administración de Felipe Calderón “actualizó” el estatus de Nazario Moreno con la leyenda “fallecido resistiendo su captura”