Con el encuentro previsto para hoy entre agrupaciones campesinas y el Ejecutivo inician de manera formal los trabajos tendientes a las modificaciones jurídicas y legislativas para la reforma estructural del campo mexicano.

 

El diálogo previsto en la ciudad de Colima será un banderazo, dijo Max Correa Hernández, dirigente de la Central Campesina Cardenista (CCC) y excoordinador nacional del Consejo Agrario Permanente (CAP), en el que participan diversas organizaciones campesinas y la Confederación Nacional Campesina (CNC), de filiación priista.

 

No obstante, otras organizaciones agrarias han condicionado su asistencia al considerar que no todas las voces han  sido consideradas.

 

Para Max Corea, en el diálogo previsto en la ciudad de Colima se deberán abordar temas como el de la soberanía, el derecho a la alimentación, financiamiento al campo y sobre todo al ejido y la comunidad.

 

Además, mencionó, debe integrarse una agenda legislativa para hacer un nuevo marco jurídico más funcional y lograr una reingeniería institucional para que el Estado mexicano y el gobierno retomen la rectoría del desarrollo rural del país.

 

Subrayó que se debe privilegiar el tema de la autosuficiencia alimentaria para con ello atacar la pobreza y la desigualdad en el medio, para lo que se necesitan políticas públicas que permitan al Estado mexicano que el presupuesto tenga un impacto más profundo.

 

Al hacer un diagnóstico del sector, señaló la falta de rentabilidad y productividad porque no hay crédito. Esto, aunado a la ausencia de un sistema de almacenamiento, de buenos caminos, altos costos de producción y poco acceso a los mercados. Otros problemas son la pobreza y la desigualdad, que se han acumulado por lo menos durante los últimos cuatro sexenios.

 

En tanto la CNC, a través de un documento, estimó que esa reforma habrá de beneficiar de manera directa a más de 30 millones de mexicanos, aunque el objetivo es que esas acciones repercutan en todo el país con la recuperación de la soberanía alimentaria, la reducción de la pobreza y un freno al fenómeno de la migración.

 

El diagnóstico general de la CNC establece que el escenario se caracteriza por la concentración de 65% de la pobreza en el medio y en el hecho de que el país ha alcanzado una dependencia alimentaria de casi 50% en granos básicos y oleaginosas.