El presidente Enrique Peña Nieto “desempolvó” un viejo manual del estilo presidencial para retomar el control de Michoacán, luego de que las tensiones y enfrentamientos entre Los Caballeros Templarios y las autodefensas amenazó con salirse de control.

 

La revista  The Economist, en su edición que circulará a partir de mañana 15 de febrero, publica el artículo titulado “All the president’s men (Todos los hombres del presidente), el cual señala que este método “antiguo pero efectivo”, usado por otros mandatarios en el pasado y hoy rescatado por por Peña Nieto, consiste en insertar a un tercer grupo que lucha por el control del estado.

 

“Su inserción en Michoacán refleja una tendencia más amplia en la política mexicana: la resurrección de un viejo pero efectivo estilo del presidencialismo”, cita.

 

Si bien, precisa el documento, el primero es el crimen encabezado por Los Caballeros Templarios y el segundo los grupos de autodefensa, la tercera fuerza la integra un joven y preparado del gobierno federal, el cual lo ha acompañado desde su gestión como gobernador del Estado de México. “Ellos se conocen desde hace años y bromean como amigos en un club de tenis”, asegura el texto.

 

La publicación precisa que el Ejecutivo ha impuesto su autoridad en Michoacán, de un modo no visto desde que el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari buscó “neutralizar” el levantamiento indígena de los Zapatistas, en Chiapas, en 1994.

 

“Para la mayoría de los gobernadores, que son del PRI, esto es un regreso a la forma de hacer negocios acostumbrada”, señala la publicación.

 

Tras 12 años de un caótica descentralización del poder y con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) como oposición, señala, Peña Nieto “está tratando de recuperar el equilibrio”.

 

Peña Nieto designó un comisionado de 38 años, Alfredo Castillo, que “habla de la soberanía de Michoacán y la autonomía de su gobernador del PRI, pero que en la práctica es quien manda”.
Precisa que el procurador general del estado y el jefe de la seguridad pública fueron reemplazados por personal de Castillo Cervantes, antiguos colaboradores durante el mandato peñista en Edomex.

 

La mayoría de los seis subprocuradores y algunos de los 200 funcionarios responsables del cumplimiento de la ley y la seguridad pública son subordinados del ex titular de Profeco, y por tanto del presidente.