La baja incidencia de casos de influenza en los estados con mayores índices de pobreza está relacionada con la falta de un diagnóstico adecuado debido a las carencias en los servicios de salud.

 

El reporte oficial de casos coloca a Nuevo León, Jalisco, Querétaro y el DF, entre las entidades con mayor incidencia, a diferencia de Guerrero, Chiapas y Oaxaca, que tienen los mayores índices de pobreza pero que, en conjunto, apenas reportan 16 casos.

 

La diferencia se debe a una falta de diagnóstico adecuado, comentó en entrevista telefónica Genaro Ortega, encargado del departamento de Educación Médica Continua en la Universidad La Salle.

 

“En los estados donde los casos se están presentando con mayor frecuencia, el incremento se debe a que la detección y diagnóstico primarios son mejores. Si en el DF o Monterrey llega un paciente con tos y fiebre a una clínica se le hace una prueba rápida de influenza, mientras que en Chiapas se le da el tratamiento para gripa, entonces encubre el cuadro y no llegan a hacer el diagnóstico oportuno”, comentó.

 

El especialista explicó que la diferencia de cifras en casos y defunciones por influenza se debe a que los sistemas de salud hacen el diagnóstico oportuno en las ciudades con mejor calidad de vida, simplemente porque el sistema de salud es mejor y hay mayor cobertura hospitalaria.

 

En Oaxaca, donde hasta el 23 de enero sólo se habían reportado siete casos, con una defunción que se registró en un hospital de la Secretaría de Salud federal, el Sindicato de Trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social en la entidad denunció la falta de un laboratorio de salud pública funcional para diagnosticar la enfermedad.

 

Su dirigente, Hugo Sarmiento Jiménez, señaló que esta situación obliga a que los análisis de los posibles casos de influenza se envíen a la Ciudad de México para su estudio, donde a veces tardan semanas en regresar y ello impide que se pueda aplicar un protocolo sanitario para atender cualquier contingencia sanitaria.

 

En la misma entidad, el sindicato reportó que 60% de los médicos y enfermeras se resisten a aplicarse la vacuna contra el virus de la influenza AH1N1 porque no la consideran segura. El organismo indicó que 30% de los vacunados podría contraer la enfermedad a pesar de la vacunación.

 

Este lunes, personal de la Secretaría de Desarrollo Social en el estado abandonó sus áreas de trabajo ante el temor de un posible contagio de influenza, debido a que en las redes sociales se alertó a la población de un contagio masivo en la capital, informó la oficina de Comunicación Social del gobierno de Oaxaca.

 

MICHOACÁN DESCARTA ALERTA

 

Pese a que cifras de la Secretaría de Salud indican que los casos de influenza en Michoacán aumentaron en la cuarta semana de este año, el gobierno del estado negó que haya una alerta por este padecimiento.

 

“En Michoacán no hay alerta por influenza, aunque actualmente registran 57 casos y nueve defunciones”, afirmó el jefe del Departamento de Epidemiología y Medicina Preventiva de la Secretaría de Salud estatal (SSM), Fabio Silahua Silva.

 

No obstante, el funcionario indicó que pese a que no exista alerta epidemiológica en el país o en Michoacán, se extendió una recomendación a la Secretaría de Educación en la entidad (SEE) para que los niños enfermos o con síntomas no acudan a clase y eviten así el contagio entre sus compañeros.

 

Casos de influenza

 

DF 104

Nuevo León 109

Jalisco 219

—-

Oaxaca 7

Guerrero 6

Chiapas 3

 

Domina AH1N1 en América del Norte

 

Durante las primeras semanas de 2014, el número de casos de influenza tuvo un incremento, sobre todo en la región de América del Norte, donde los pacientes confirmados promediaron ocho mil por semana, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Cifras del departamento de Vigilancia de la Influenza Global y Sistema de Respuesta (GISRS, por sus siglas en inglés) del organismo internacional, revelan que mientras en Europa se registraron menos de mil 500 casos de influenza en la tercera semana de enero, en América del Norte se reportaron casi ocho mil.

 

La Secretaría de Salud en México señaló en días pasados que las bajas temperaturas registradas en Canadá, Estados Unidos y México, provocaron un repunte “normal” en los casos de influenza en la región, los cuales subieron casi 500% en la tercera semana de este mes.

 

En México, este aumento significó pasar de 556 casos registrados y 32 fallecimientos a causa de influenza el 16 de enero, a mil 517 casos confirmados, de los ocho mil 282 sospechosos, así como 135 decesos para el 23 de enero. Estos casos se suman a los tres mil 422 confirmados durante 2013.

 

Por otra parte, en Estados Unidos hay 13 estados en alerta por el aumento en la incidencia de influenza AH1N1, refirió en su página web el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de aquel país.

 

En la presente temporada, de cuatro mil 615 hospitalizaciones asociadas con la influenza confirmados en laboratorio, 61% ha sido de personas de 18 a 64 años.

 

En Canadá, país donde se secuenció el subtipo AH1N1 en 2009, la temporada de invierno lleva un total de mil 869 hospitalizaciones por influenza, mil 418 casos (75.8%) en mayores de 20 años, además de 82 muertes, 76 de ellas entre adultos.

 

A partir del 13 de enero el país registró 26 muertes confirmadas por influenza AH1N1 por lo que especialistas del Centro de Salud de la Universidad McGill, en Montreal, estimaron que el virus de este año podría ser más agresivo que en años anteriores, por lo que está siendo secuenciado con el objetivo de detectar las mutaciones.

 

De acuerdo con la Agencia de Salud Pública de Canadá (ASPC), 96% de los casos de influenza confirmados en el país corresponden a AH1N1, lo que corresponde con las declaraciones de la secretaria de Salud de México, Mercedes Juan, quien dijo a medios que “el año pasado la AH1N1 fue menor que el resto de las otras cepas de influenza, pero este año es el tipo predominante”.

 

Al igual que en Estados Unidos, la influenza AH1N1 en Canadá afecta principalmente a personas de 20 a 65 años, mientras que en México los más afectados son los adultos entre 30 y 59 años, de acuerdo con la Secretaría de Salud.