Quizá los números más valiosos en una cascada de estadísticas que Peyton Manning se encargó de poner y romper en la Liga fueron los 24 mil 800 dólares que recaudó para una fundación de ayuda a desamparados al gritar ¡Omaha! cada vez que lanzaba un pase contra Nueva Inglaterra. Pero, además, el hombre aspira a convertirse en el único mariscal de campo que ha gando un Super Bowl, con dos equipos diferentes (ya tiene uno con Indianápolis), si logra llevar a los Broncos al título.

 

Ensueño de Manning: cinco mil 477 yardas, 55 pases de anotación y 450 pases completos, en 659 intentos, todos récords de franquicia. En equipo: 606 puntos conseguidos para convertirse en la ofensiva número uno de la Liga, con 76 touchdowns. ¿Quién es el galán capaz de derribar el circo aéreo de Mannnig y compañía? Ahí es donde aparece Seattle y su defensiva número uno, la misma que sólo permitió un promedio de 14.5 puntos por partido en la campaña, la que detuvo a un quarterback de la movilidad de Colin Kaepernick, que le presionó al gradó de interceptarlo en dos ocasiones, y que se distingue por tener una defensiva profunda muy agresiva y un par de cazadores de cabeza en su línea, que a toda costa quieren la de Manning para colgar sobre la chimenea.

 

Quedó demostrado ante Patriotas, Manning, como casi cualquier mariscal de campo en la NFL, con tiempo para buscar a sus receptores es letal. La defensiva de Nueva Inglaterra se preocupó más por cuidar el pase en su defensiva secundaria, que en presionar a Manning, un hombre de amplia experiencia, sí, pero con 37 años a cuestas que lo alejan de la movilidad.

 

Seattle no cometerá ese error. A menos que Cliff Avril y Michael Bennett, sus alas defensivas piensen lo contrario, algo difícil de considerar cuando se cuenta que entre ambos sumaron 16.5 capturas de mariscal de campo en la temporada. No es todo, la línea defensiva de los halcones Marinos es una marea azul cuando se trata de presionar al quarterback, provocar capturas, batear pases y por ende lograr intercepciones, toda una masa de hostilidad que termina por ahogar a las ofensivas contrarias.

 

Ni hablar del grupo de apoyadores. Bobby Wagner, K.J. Wright, Malcolm Smith y Bruce Irvin, vaya que saben incorporarse a la caza del mariscal de campo, aunque sin duda que la defensiva secundaria es el punto más fuerte de Seattle, Ahí donde Manning obtiene reconocimiento con largos pases, los Halcones tiene verdaderos especialistas, donde Richard Sherman es el mejor de la Liga; junto a Earl Thomas, y compañía; juntos interceptaron en 14 ocasiones: indiscutibles y temibles.

 

Es la fórmula de los Halcones contra ese grito de guerra de Manning que está a un partido de hacer historia, aunque para gritar ¡Omaha!, antes deberá superar a los Halcones en su elemento: el aire helado de Nueva York, algo que de verdad le duele a Manning.

 

Recuperan a receptor estelar

 

Los Halcones Marinos de Seattle tienen la esperanza de que su receptor estelar Percy Harvin esté listo para el Super Bowl. Harvin, que sólo ha participado en 40 jugadas en toda la temporada por una operación de cadera, le da a Seattle mejores opciones ofensivas, algo de lo que ha carecido pero que ha subsanado gracias a su estupenda defensiva. El pase a los receptores no es el fuerte de Seattle para anotar. De hecho, sus receptores sólo han atrapado un pase de TD en toda la postemporada.