BERLÍN. El Gobierno de EU rechazó comprometerse a no espiar más a altos cargos alemanes y ni siquiera quiso revelar durante cuánto tiempo sus servicios secretos estuvieron escuchando uno de los teléfonos celulares de la canciller Angela Merkel.

 

Lo anterior lo publicó el periódico Süddeutsche Zeitung, con base a fuentes de los servicios secretos alemanes, según los cuales, aunque oficialmente hay negociaciones en curso, no hay prácticamente posibilidades de un acuerdo en el que los dos países se comprometan a no espiarse mutuamente, como perseguía Berlín.

 

El periódico asegura que el presidente de la Agencia Federal de Inteligencia alemana (BND), Gerhard Schindler, cree que bajo esas circunstancias es mejor no firmar acuerdo alguno y apunta que dentro de los servicios secretos alemanes hay malestar frente a Estados Unidos.

 

“Los estadunidenses nos han mentido”, dijo un alto funcionario citado por el periódico en relación al hecho de que, antes de que se conociera el caso del teléfono de Merkel, Washington asegurara que sus servicios secretos no harían nada que perjudicara los intereses alemanes.

 

Oficialmente, el BND reaccionó a la información del Süddeutsche Zeitung indicando que las “negociaciones sobre una cooperación prosiguen”, aunque reconoció que el acuerdo final no prohibirá totalmente el espionaje mutuo.

 

El periódico sugiere que las negociaciones para un acuerdo ya estaban bastante avanzadas a nivel técnico, pero no tienen el visto bueno de la Casa Blanca.

 

Por su parte, la canciller Angela Merkel, reconoció que las negociaciones con EU para lograr un acuerdo que evite el espionaje mutuo deberán prolongarse debido a las diferencias persistentes entre ambos países.

 

Así se expresó la jefa del Gobierno alemán en una reunión a puerta cerrada con los miembros de su grupo parlamentario, según varias personas presentes en el encuentro.

 

“Las conversaciones van a seguir”, afirmó Merkel con respecto a las negociaciones entre delegados de Berlín y Washington en busca de un acuerdo que evite situaciones como las reveladas por el analista de los servicios secretos de EU Edward Snowden, quien denunció los programas de espionaje masivo de EU.

 

Merkel explicó a sus parlamentarios que, para lograrlo, Alemania y EU deben aún resolver ciertas diferencias de criterio.

 

Lo irrenunciable, subrayó la canciller, es la convicción de Berlín de que en suelo alemán debe prevalecer el derecho nacional, que prohíbe las escuchas indiscriminadas.

 

El diputado de Los Verdes Hans-Christian Ströbele, el miembro más veterano de la Comisión de Secretos Oficiales del Bundestag (cámara baja), señaló a este respecto que desde hace tiempo es claro que Washington se opone a firmar con Alemania un acuerdo de no espionaje mutuo.