La comisionada del IFAI, Jacqueline Peschard Mariscal, señaló que la transparencia siempre es incómoda para los gobiernos, por lo que subsisten las resistencias de una cultura burocrática arraigada.

 

Al despedirse del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), habló de los retos que ha enfrentado ese organismo y de los que deberá sortear en el futuro.

 

Dijo que los siete años que pasó como comisionada del IFAI, de los cuales cuatro estuvo como presidenta, han sido los más honrosos de su trayectoria laboral.

 

En su última sesión del pleno de ese instituto, expresó que la amplia socialización del valor de la transparencia se debe, en buena medida, a la labor de ese organismo y al prestigio que se ha ganado pero, aun así, enfrentó desafíos para mantener firme el principio de definitividad en sus resoluciones.

 

La transparencia es siempre incómoda para los gobiernos de cualquier signo político, y no han sido pocos los intentos jurídicos y políticos para revertir sus alcances y su vigencia, advirtió.

 

“Sin embargo, la creciente exigencia social de transparencia y rendición de cuentas y, desde luego, la firmeza del IFAI, permitieron frenar esas tentaciones en favor de la opacidad”, destacó.

 

Peschard Mariscal, quien fue ovacionada de pie por sus colaboradores y sus colegas, señaló que en el futuro cercano el IFAI enfrentará el desafío de asumir un cambio en su estatuto jurídico y la ampliación de funciones y responsabilidades.

 

Agregó que el instituto está a la altura de asumir ese reto y confió en que saldrá adelante.

 

En entrevista, la comisionada, que mañana dejará oficialmente ese cargo, manifestó que en el último año se logró que después de una búsqueda permanente de la autonomía del IFAI, finalmente se aprobara la reforma constitucional en materia de transparencia.

 

En la sesión del pleno, el comisionado presidente, Gerardo Laveaga, dijo que les entristece la partida de Jacqueline Peschard y que la van a extrañar.

 

El comisionado Ángel Trinidad Zaldívar hizo un reconocimiento a la labor de su colega, y la calificó de valiente al luchar contra la opacidad y al no haberse ido por la salida fácil de votar con la mayoría o buscar la estridencia del discurso.

 

“Su salida deja un vacío difícil de llenar”, consideró, y agregó que Peschard Mariscal “nunca dio tumbos ni palos de ciego”.