En Corea del Sur se ha puesto de moda que las personas paguen para ver a otras comer en vivo.

 

Lo que en ese país se llama “mok-bang” (cena en vivo) consiste en una transmisión en tiempo real de gente que se filma a sí misma comiendo grandes cantidades de comida al tiempo que emite sonidos de disfrute y comentan lo rico que es el plato en cuestión.

 

Esta acción  parece ser muy rentable para los protagonistas, muchos de los cuales ya son conocidos y cobran mucho dinero a cada persona que desea ver la transmisión.

 

Lo más llamativo es que el evento no consiste en uno o dos platos, sino en gigantescas cantidades de comida. Es tanta la cantidad de alimentos que ingieren durante estas cenas que las transmisiones pueden durar horas y horas, durante las cuales el público fiel se queda pegado a la pantalla.