Más de 30 obras, en pintura, escultura, video, audios e instalación, elaboradas a inspiración del compositor y músico británico David Bowie (1947), integran la exposición “Cosmo Epiphany”, del artista mexicano Javier Pulido “Monster Truck”.

 

Se trata de una sátira mordaz de la cultura contemporánea y de los elaborados rituales de adoctrinamiento mediático que determinan en muchos sentidos las conductas pretenciosas, obsesivas y de consumo que persisten en la sociedad actual.

 

La muestra, que se conformó como una buena opción de fin de año y lo seguirá siendo en los inicios de 2014, en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), comprende pintura, dibujo, fotografía y detalladas instalaciones multimedia, que el artista utiliza a manera de sets cinematográficos para realizar sus performances y videos.

 

Al adoptar estrategias de la industria del espectáculo, la exhibición pone en cuestión la “glotona” acumulación del prestigio del arte contemporáneo.

 

Pero además, la colección de más de 30 obras, en su mayoría pinturas, y el film camp hollywoodense que la componen, crean lo que el artista llama “un acontecimiento inmediatamente significante”, que confunde al espectador con toda la serie de clichés de la cultura de clase.

 

Según los títulos de la muestra, “Cosmo Epiphany” es la segunda de una serie de instalaciones que Pulido ha realizado desde 2011 bajo el proyecto “Eat Diviness”, en el que utiliza diversas estrategias y figuras mediáticas para generar una serie de narrativas que confunden los límites entre la ficción y la realidad.

 

La exhibición montada en el pasillo que da acceso a la Sala 7 del MUAC, presenta una instalación, un video y una colección de piezas bidimensionales.

 

Asimismo, se inspira en cintas de directores como Alfred Hitchcock, John Waters, Ken Russell, Jim Sharman y Stanley Kubrick entre otros, para generar un ambiente lleno de glamour y sofisticación a partir del ídolo del “Glam Rock”: David Bowie.

 

Conceptos como el antropomorfismo, la transexualidad y el simulacro mediático propuesto por Jean Baudrillard son constantes que genera “Eat Diviness”, para cuestionar la producción de una realidad que se repite en la falsa ficción de la industria de un sistema que impone, regula y reproduce.

 

Una especie de bucle dialéctico entre los personajes opuestos que Pulido propone: la figura andrógina y etérea de David Bowie y la decadente y desbordada figura travestida de “Divine”.

 

La exhibición propone, además, una serie de interrogantes sobre la cultura contemporánea:

 

¿Cuáles son las psicopatologías de la vida cotidiana y del imaginario social producido por los medios que han afectado los procesos de reestructuración económica, social y política en la construcción cultural, la definición del arte y al funcionamiento psicológico de los sujetos?

 

Y ¿cómo se integran estos cambios culturales con los modos de comportamiento y de codificación de identidad y pertenencia?