CHICAGO. Suena un poco sádico: hacer que las víctimas de violación jóvenes, incluso de apenas 13 años, revivan su angustiante ataque una y otra vez. Pero un nuevo estudio demuestra que funciona sorprendentemente bien para eliminar el malestar psicológico.

 

Los resultados son la primera evidencia de que la misma clase de terapia de exposición que ayuda a los veteranos de guerra agobiados por reminiscencias y pesadillas también funciona para las adolescentes traumatizadas por abuso sexual que presentan síntomas similares, dijeron los autores del estudio y otros expertos.

 

Después de la terapia de exposición, 83% de las jóvenes en el estudio ya no presentaban síntomas de trastorno de estrés postraumático. Esa eficiencia es mucho mayor que con las jóvenes que solo recibieron asesoría psicológica, ya que apenas 54% de este grupo ya no presentaba síntomas del trastorno después del tratamiento.

 

Las jóvenes que recibieron terapia de exposición también tuvieron mejores resultados en pruebas de depresión y actuación diaria que las muchachas que recibieron asesoría convencional.

 

Es común pensar que ofrecer simplemente palabras de consuelos y exhortar a las jóvenes traumatizadas a olvidar lo vivido es protegerlas, pero eso “no les hace ningún favor”, dijo la psicóloga Edna Foa, de la Universidad de Pensilvania y principal autora del estudio. Dijo que ese enfoque puede ser dañino porque deja que los síntomas se exacerben.

 

Foa desarrolló una terapia en dos partes conocida como terapia de exposición prolongada y ha estudiado su uso en el tratamiento de trastorno de estrés postraumático. La terapia requiere que los pacientes relaten reiteradamente sus experiencias, y luego visiten lugares que les recuerden el trauma, o participen en actividades que habían evitado por los dolorosos recuerdos.

 

“Muchos se sienten en verdad aliviados de que alguien quiera escuchar su historia”, dijo Foa.

 

El sistema de salud del Departamento de Asuntos de los Veteranos de Estados Unidos usa el tratamiento para los ex comnatientes con trastorno de estrés postraumático.

 

La investigación previa de Foa ha mostrado que este recurso funciona en adultos víctimas de violación, y se emplea en algunos centros de atención a mujeres violadas.

 

Su nuevo estudio fue publicado el martes en la Revista de la Asociación Médica de Estados Unidos (conocida como JAMA por sus siglas en inglés).

 

Para el estudio se reclutó a 61 jóvenes de entre 13 y 18 años en un centro de atención para víctimas de abuso sexual de Filadelfia. Las jóvenes fueron víctimas de violación o de abuso sexual, a veces de manera reiterada, con frecuencia por parte de un familiar. Todas habían sido diagnosticadas con trastorno de estrés postraumático. Los investigadores brindaron cuatro días de capacitación en exposición prolongada a asesores del centro y dos días de capacitación en asesoría de apoyo.

 

Las adolescentes fueron asignadas al azar a 14 semanas de asesoría o a terapia de exposición prolongada con los asesores. Las sesiones duraban una hora o 90 minutos.

 

Al principio, la mayoría estaban muy alteradas sobre lo que había pasado. Pero al contar y volver a contar su trauma, “desarrollaron una nueva perspectiva de lo ocurrido”, dijo Foa. “Se acostumbraron a pensar y a hablar sobre el recuerdo, y se dieron cuenta de que estaba en el pasado, que ya no está en el presente”.

 

Poco a poco, “la historia se vuelve remota y logran quitarse un peso de encima”, dijo.

 

Los beneficios de la terapia de exposición prolongada perduraron durante un año de seguimiento.

 

Un editorial de la revista decía que muchos terapeutas son renuentes a probar la terapia con niños por el temor de que pueda empeorar los síntomas, pero que el estudio debe poner de manifiesto los beneficios.

 

El estudio “debe apaciguar las inquietudes de los terapeutas sobre cualquier efecto dañino potencial de la exposición”, dijo el autor del editorial Sean Perrin, psicólogo de la Universidad de Lund y especialista en tratamiento de niños con estrés postraumático. La angustia que viene con el alivio de un trauma usualmente se disipa en unas cuantas sesiones, y es esencial para la recuperación, dijo.