HOUSTON. Eran pocos los que esperaban lo que Peyton Manning está haciendo este año. Seguro es que su antiguo equipo, los Potros de Indianápolis no lo esperaron al dejarlo ir tras una serie de cirugías que parecieron poner en peligro su carrera.

 

Pero no, no estaba acabado, tan no es así que la tarde de ayer se convirtió en el quarterback que más pases de anotación ha dado en una sola campaña, al llegar a 51 con otra tarde cuatro envíos a las diagonales.

 

El afectado fue Tom Brady, el pasador de los Patriotas de Nueva Inglaterra, quien tenía la marca en 50 desde 2007.

 

La hazaña sirvió para que su equipo derrotara a Houston 37-13. Ya son campeones de su división, pero aún le falta ganar el último duelo de la temporada regular para asegurar que todos sus partidos de postemporada se jueguen en casa.

 

Pero no todos los equipos tienen tan claro su panorama. Esta semana sólo Carolina aseguró un lugar junto a los que ya estaban dentro e la postemparada: Seattle, Nueva Inglaterra, Cincinnati, Indianápolis, Kansas City y los Broncos de Manning.

 

Otros diez equipos tiene posibilidades de meterse y destacan duelos directos con implicación de postemporada como el que tendrán Filadelfia y los increíblemente inconsistentes y tenaces Vaqueros de Dallas, por un lugar en la definición del campeonato.

 

En cuanto a Manning, el pasador de los Broncos fijó la nueva marca con un pase de 25 yardas a Julius Thomas cuando restaban 4:28 del partido contra los Texans. Apenas dos minutos y medio antes, había empatado el récord con un pase de 20 yardas a Eric Decker.

 

“De verdad creo que es un logro del equipo, un logro de la ofensiva”, contempló Manning. “Hay mucha gente que tuvo que ver con esto”, dijo y después agregó resignado que espera que Brady rompa el récord pronto.

 

Manning lanzó el pase a Thomas y caminó hacia la zona de anotación, donde sus compañeros le dieron palmadas en la cabeza. Luego se quitó el casco y en camino al banquillo cerró el puño y lo elevó una vez. El resto del equipo se acercó a saludarlo y varias veces chocó las manos con sus colegas mientras salía del terreno sonriente.