UCRANIA. La policía ucraniana se replegó el miércoles después de chocar con manifestantes de la oposición y desmantelar sus carpas y barricadas en la plaza principal de Kiev.

 

Escuadrones de la policía, con cascos y escudos metálicos, cargaron a la una de la mañana sobre la Plaza de la Independencia, donde miles de manifestantes resistieron enérgicamente durante horas.

 

El jefe de policía emitió una declaración en la que insistió que no habría ningún intento de desbaratar las manifestaciones. Los manifestantes se han congregado en la plaza para exigir la renuncia del gobierno en una crisis que amenaza el gobierno del presidente Viktor Yanukovych.

 

“Deseo tranquilizar a todos; no habrá dispersiones”, dijo el ministro del interior Vitaly Zakharchenko en el cibersitio del ministerio. “Nadie está trasgrediendo los derechos de los ciudadanos a protestar pacíficamente”.

 

Tres autobuses de la policía que estuvieron estacionados frente al edificio toda la noche se retiraron ante el entusiasmo de varios miles de manifestantes que permanecieron en la plaza. Otro grupo de policías que habían estado apostados frente a la alcaldía de Kiev, que ha estado ocupada por opositores durante semanas, también se retiró.

 

“Esta es una gran victoria”, proclamó Anrseiy Yatsenyuk, líder de oposición, desde un escenario en la plaza.

 

Durante todo el enfrentamiento la policía pareció actuar con la orden de abstenerse del uso excesivo de la fuerza, en contraste con las golpizas violentas a los manifestantes en las últimas semanas. Varios manifestantes y policías resultaron heridos, pero la policía ayudó a los activistas heridos a levantarse y a retirarlos.

 

Las protestas comenzaron a fines de noviembre cuando Yanukovych se retractó de un pacto que habría profundizado los vínculos económicos de la antigua república soviética con la Unión Europea, un pacto que según las encuestas era apoyado por casi la mitad de la población.

 

Pero la violencia policial se ha convertido en una de las quejas principales del creciente movimiento de protesta, y al parecer el gobierno ha decidido abstenerse de emplear fuerza excesiva.

 

Muchos de los manifestantes, que usaron cascos de construcción para protegerse de las cachiporras policiales, se entrelazaron los brazos unos a otros y empezaron a saltar simultáneamente para protegerse de las temperaturas que cayeron a 11 grados centígrados bajo cero (12F).

 

También hubo forcejeos entre policías y legisladores de la oposición, uno de los cuales se tendió sobre la nieve intentando bloquear el paso de un vehículo. Un religioso ortodoxo entonaba plegarias mientras por altavoces se oían los sones estridentes de una banda popular ucraniana de rock con la letra “No me rendiré sin dar pelea”. La cantante popular Ruslana entonó el himno nacional.

 

Por lo menos una carpa se incendió cuando se volcó un barril de metal donde se había encendido una fogata para combatir el frío.

 

Después que desmantelaron algunas de las carpas y barricadas, policías y trabajadores municipales empezaron a remover escombros con topadoras.

 

Pero al salir el sol la policía no había podido desalojar a los manifestantes en la plaza ni de la alcaldía, donde los manifestantes arrojaron agua sobre la escalinata helada del edificio y sobre los policías.

 

Los policías finalmente se retiraron. “Tenían que irse; aquí había mucha gente”, afirmó Andrei Govdun, un manifestante.