Cuestión de nacionalidad. Gustavo Matosas, si bien nació en Argentina, es un uruguayo de amor incondicional y pasional por la celeste. Un amante del futbol en el que el jugador sale a divertirse y por ende, la tribuna se derrite. Ignoramos si su paisano, el escritor Eduardo Galeano esté al tanto de las andanzas de Matosas con el León, porque si así es, seguramente corroboraría ese pensamiento en su Futbol a Sol y a Sombra, respecto a la concepción del deporte más popular del mundo: “Por suerte todavía aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algún descarado carasucia que se sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad”.

 

Si bien Matosas hoy ya no juega, desde la banca sí maneja a un equipo descarado, una banda de carasucias, muchos de ellos sacados de la división de ascenso, que respondieron a la confianza de un técnico que supo amalgamar un equipo que lo mismo cuenta con chamacos como el Gullit Peña y Luis Montes, que experimentados de la talla de Rafael Márquez; todos con un mismo objetivo: dar al León su sexto título de Primera División en la historia, y terminar con una sequía de prácticamente 21 años sin dicho merecimiento.

 

Matosas llegó al León en 2012 y le bastaron unos meses en los esmeraldas para regresarlos al máximo circuito, luego de vencer en la final por el Ascenso a Correcaminos. La directiva leonesa, en vez de volverse loca, y armar su equipo, ya en la Liga MX, a golpe de talonario, le dio la confianza a Matosas para que continuara con el trabajo: los resultados, en su primer torneo calificó a la Liguilla hasta ser eliminado en Semifinales. No fue todo, Matosas también metió al León a la Copa Libertadores, aunque sucumbió a las primeras de cambio. Eso le costó no avanzar a la Liguilla del Clausura 2013.

 

Pero el León no se vino abajo. Otra vez hubo paciencia. Y el trabajo del uruguayo convirtió a sus huestes en un equipo que, igual de local o de visitante, su naturaleza es ir al frente. Y si no, preguntarle al Morelia y a Santos, damnificados y goleados durante las etapas de cuartos de final y semifinales de la presente fiesta grande.

 

Es Matosas un tipo que aprovecha las cosas de donde vengan. Así le mandaron a Carlos Peña y Luis Montes, desde Pachuca, donde ninguno de los hoy flamantes seleccionados nacionales, había destacado; pero Matosas los pulió, exprimió y entregó a un equipo que juega un ballet sobre la cancha. Tanto que esos dos jugadores desechados, formaron parte del comando que rescató la eliminatoria mundialista para México y por Peña ya se apuntan para llevarlo a Europa.

 

Quizá por eso, el timonel uruguayo no ha ocupado los micrófonos para lanzarse a declarar contra el arbitraje que le espera al jugar ante el América. Matosas está más ocupado en la bacanal que partido a partido arman sus oncenas sobre el verde de cualquier estado de la República.

 

Cuestión de nacionalidad, no por lo exquisito del futbol uruguayo, pero sí cuando se habla de ser pasional. Eduardo Galeano, con todo el genio de su pluma quizá le llamaría descarado; Matosas simplemente trabaja sobre la cancha y sueña con regresar a los esmeraldas una época gloriosa que arrancó cuando le devolvió la categoría, no la de Primera Nacional, ni la de la vuelta a una final; sino la de ser una fiera loca e incontrolable cuando se trata de jugar.

 

Datos

 

6

Los equipos de que dirigido Gustavo Matosas en su carrera como entrenador. Tres en Uruguay, uno en Perú y dos en México.

2

Los títulos de Matosas como entrenador. En la temporada 2006/2007 se coronó en Uruguay con el Danbio y en el Clausura 2012 ascendió al León a la Primera División.

7

Los países en los que jugó en una carrera de 16 años: Uruguay, España, Argentina, Brasil, España, China y México, donde se retiró con el Querétaro.

46

Años tiene Gustavo Matosas, quien comenzó a jugar a los 17 años en el Danubio de Uruguay.

 

León, frágil atrás: Herrera

 

Con su segunda final en puerta, América no para en conmemoraciones. Y quién mejor que Miguel Herrera para presentar el libro del título de hace seis meses ante Cruz Azul, que ya está a la venta y que el Piojo aprovechó para prometer que vendrá el tomo dos, luego de la final ante León, equipo al que calificó como débil atrás.

 

“El León es un equipo que siempre va para adelante, no esconde nada y por eso da ventajas atrás. Así que vamos a aprovecharlo”, dijo Herrera.

 

Explicó que la forma de derrotar al León es quitarles la pelota y destruir las conexiones que tejen para tener la posesión del balón.

 

El América empató ante el León en el Nou Camp en este torneo. Herrera, fiel a ese estilo sobrado suyo, aseguró que no ganaron ese partido ahí porque fallaron un penalti.

 

Sin embargo, el Piojo destacó la labor de su entrenador Gustavo Matosas, de quien dijo, es un profesional muy capaz y expresó su deseo de que todos los entrenadores que llegan a México fueran como él.

 

Y claro que Herrera tiene su opinión respecto de que el juego de ida sólo se podrá ver por televisión de paga, de ahí que así le respondiera al reportero de Fox Sports. Y para él, da lo mismo, los protagonistas en la cancha son los dos equipos. Si el duelo de ida será sólo por televisión restringida, están en su derecho.

 

Para terminar, Piojo habló de su año, y que, aunque le falta cumplir su promesa de un segundo título para los amarillos, al menos ya cumplió con la fecha de su partida