Es una lástima el esfuerzo que hacen los productores de teatro por levantar el telón, pues hay que pagar los derechos de la obra, contratar a un elenco atractivo (que no sale barato), invertir en publicidad y ensayar, por lo menos, un par de meses antes para finalmente abrir el telón. Pero si el público no va, hay que verse en la penosa necesidad de dar por terminado el proyecto.

 

Recientemente le pasó a Gabriel Varela, quien quedó desolado al ver que la obra Manos quietas, no tuvo la respuesta esperada. Aunque es una buena historia y cuenta con un buen elenco, pocos se interesaron en verla.

 

Nadie tiene una fórmula mágica para saber qué puede funcionar, son muchos elementos que están en juego. Hoy en día también cuenta la ubicación del teatro, que tal vez no ayudó mucho en dicha puesta en escena.

 

Y lo mismo está viviendo Gina Varela con Usted puede ser un asesino. Azela Robinson y  Alejandro Tomassi, encabezan el reparto y han salido a dar función con tan solo 20 personas y los otros fines de semana, de plano cancelaron porque, las marchas de los maestros, dificultaron el acceso al teatro.

 

Así que los productores independientes con poco respaldo económico, difícilmente subsistirán y se ven opacados por grandes compañías como OCESA. En verdad me da pena, ya que los Varela vienen de una familia que se ha dedicado al teatro durante años. Don Salvador Varela y Gina Romand triunfaron con innumerables obras y hoy sus hijos batallan por sostenerse en pie.

 

Hay más….pero hasta ahí les cuento.