Hecha a la medida del PAN, con el PRI y Los Pinos como oficiosos sastres que sólo confeccionan el traje diseñado por los blanquiazules, la Reforma Política está prácticamente en sus últimos trazos; no pasa de este fin de semana para que, del taller de costuras y remiendos denominado Pacto por México, salga el nuevo vestido electoral que le colocarán, apretado y a la fuerza, a la escuálida y joven democracia mexicana.

 

Porque a nadie debe quedar duda de que esta reforma electoral que será, sin duda aprobada con la mayoría de votos necesaria, es obra y  gracia del panismo que, con la adecuación de las leyes electorales, busca mejorar sus condiciones para llegar al poder y, para lograrlo, aprovecha la necesidad desesperada del presidente Enrique Peña Nieto para asegurar los votos de Acción Nacional en el Congreso para lograr su Reforma Energética, la gran apuesta política y económica de esta administración y por la que entregan, como en ofrenda, el sistema electoral a modo del PAN.

 

Lee la columna completa, Serpientes y Escaleras, en nuestra edición de mañana