El éxito a veces es dañino, y sobre todo si quien lo vive no entiende que si una fórmula ha funcionado, no necesariamente va a seguir haciéndolo porque tienen fecha de caducidad. Ese es el diagnóstico de Alejandro Irarragori, un empresario exitoso en varios ramos y dueño del Club Santos Laguna.

 

Aunque parezca contradictoria, explicó que el éxito es lo más difícil de manejar porque “no siempre que ganas, ganas”. Para él el hecho de que 2011 y 2012 hayan sido años llenos de éxitos coronados por la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres, fue el inicio de lo que sería una pesadilla en 2013.

 

Por eso, cuando las cosas comenzaron a salir mal, los responsables del futbol confiaron en que todo estaba bien y no tomaron decisiones sino hasta que el proyecto mundialista estaba colapsando.

 

“Hay que aprender a digerir el éxito, no siempre que ganas ganas, y yo creo que uno de los problemas que tuvimos es que el 2012 fue de demasiados éxitos a nivel de selecciones, fue complicado digerirlo y no logramos darnos cuenta a tiempo de este ciclo negativo que se estaba gestando”, dijo en una pausa del entrenamiento de su equipo en el Centro de Alto Rendimiento de la Federación Mexicana de Futbol, donde entrenan estos días.

 

“El resultado es que pierde la confianza. El error es creer que trabajando más vas a romper ese ciclo y no necesariamente es así”, explicó Irarragori. A veces lo que hay que hacer es propiciar un cambio radical, y eso es lo que al final salvó la calificación de México a la Copa del Mundo.

 

Y ahí, el empresario está seguro de que Miguel Herrera va a hacer un gran papel al frente de la selección.

 

“Estoy convencido de que la selección va a tener un gran mundial, pero eso va a depender mucho de la capacidad que tengamos los clubes de combinar esfuerzos con la Federación”, dijo Irarragorri.

 

El propietario del Santos y principal promotor del Territorio Santos en Torreón, un complejo de 100 millones de dólares, está feliz por el protagonismo de su jugador Oribe Peralta, autor de cinco goles ante Nueva Zelanda y advierte que no está en venta.

 

“El corazón de Oribe está con Santos y el corazón de Santos y su afición está con él, así que tenemos Oribe para rato. El orgullo por él es de todo México y nuestro, por su trayectoria y por lo que ha hecho (…) estamos esperándolos aquí con los brazos abiertos porque un éxito como el de ayer es apenas la puerta a un nuevo desafío contra Querétaro en la liguilla”, dijo el presidente lagunero.