La violencia en Michoacán y en otros estados raya en el terrorismo, lo que evidencia el poder de los criminales,  dijo Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del CCE.

 

“Inquietan las señales que se derivan de fenómenos como el crecimiento de las llamadas autodefensas y de otras acciones que surgen de la sociedad para responder a la delincuencia y la impunidad de grupos que violentan la ley, cuando no ven respuesta de las autoridades”, manifestó.

 

“Se han presentado actos que rayan en el terrorismo y evidencias de localidades donde los criminales ejercen, de facto, un poder paralelo al de las instituciones”, afirmó.

 

Según el empresario, las actividades de diversos sectores económicos, en las zonas más afectadas, se ven amenazadas, deterioradas o interrumpidas por robos, secuestros y la extorsión por cobro de piso, de derecho de paso, por hectárea, por cabezas de ganado o como cuotas sobre la producción y los procesos de negocio.

 

Los recientes hechos violentos en varios puntos del país, la situación prevaleciente en zonas como el estado de Michoacán, así como las últimas estadísticas disponibles confirman que el reto de la inseguridad pública continúa como el expediente abierto más delicado para México, dijo.

 

“Hay que asegurarnos, como sociedad y en los tres órdenes de gobierno y los poderes de la Unión, que no se relegue a segundo plano el desafío de la delincuencia. Esto implica la necesidad de mayor claridad en las estrategias y los compromisos, y desde luego, objetivos y resultados concretos que generen confianza de que el problema está en vías de solución”, expresó.

 

Preocupa también se incumpla con compromisos realizados públicamente para implementar las medidas necesarias para que los gobiernos puedan responder con eficacia al desafío de la delincuencia, comentó.

 

“Hay avances importantes en algunas entidades y a nivel federal, pero en algunos compromisos como la depuración de policías estatales y municipales, así como la sistematización de un control de confianza efectivo, vuelven a vencerse plazos para completar procesos que debieron quedar listos hace años”.

 

Gutiérrez Candiani dijo que el mayor enemigo es la corrupción, que existe en todos los niveles de gobierno y también en la sociedad, así como su reverso, que es la impunidad.

 

“El llamado que hacemos es a ya no retrasar más la urgencia de echar a andar un gran movimiento nacional contra estos flagelos, y en particular, conminamos a los legisladores a acelerar la definición y aprobación de la Comisión Nacional contra la Corrupción”.

 

“Hay que atacar a las bases de la fuerza de la delincuencia, así como remediar las debilidades del Estado mexicano para enfrentarla. Romper sus cadenas logísticas y relaciones con policías y funcionarios públicos corruptos, así como con empresas y particulares que cooperan con el crimen. Es prioritario que el combate al lavado de dinero dé mayores resultados”.

 

Ante contingencias como la crisis en el puerto de Lázaro Cárdenas, se recurre al Ejército, la última línea de defensa de la sociedad, como antes se ha hecho en otras plazas, expresó.

 

“Nuestras fuerzas armadas constituyen una organización sólida y confiable, que patrióticamente está haciendo el trabajo que no realizan muchas corporaciones y gobiernos, que evaden la primera obligación que tienen de proteger a los ciudadanos, cumplir y hacer cumplir la ley”, agregó el presidente del CCE.