El Gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro está agobiado por la inflación, la escasez y los malos pronósticos: los alimentos aumentaron 70%, los hospitales se quedan sin insumos y el Fondo Montetario Internacional (FMI) dijo que la situación es “insostenible”.

 

El país enfrenta actualmente una inflación del 49.9%, la más alta de su región y con esto se sitúa dentro de los países con mayor inflación del planeta. El incremento de precios en alimentos es aún más preocupante, ya que alcanzó el 70% en los últimos 12 meses. La comida no sólo se encarece, sino que también se hace cada vez más difícil de conseguir. El índice de desabastecimiento cerró en septiembre en un 21.2%. También es uno de los más altos de la historia del chavismo.

 

El drama del desabastecimiento, sumado a las trabas a las importaciones, está provocando una crisis sanitaria en el país por la falta de insumos esenciales. Un ejemplo de esta situación es que ya no se pueden hacer diagnósticos de cáncer.

 

El diario El Nacional, informó que La falta de parafina, una sustancia importada que no está entrando al país y que es necesaria para evaluar la gravedad de un tumor, obligó a cerrar temporalmente el proceso de diagnóstico oncológico.

 

Sin embargo, el mandatario insiste en negar la realidad o atribuirla a conspiraciones y ha asegurado en diversas ocasiones que el gobierno dispone de suficientes divisas para atender los requerimientos de la economía.

 

Pero, acto seguido, anunció la reanudación de las subastas de dólares que tan pobres resultados han dado para revertir su escasez, que ha hecho caer la producción en casi todos los rubros de la economía, por la falta de insumos

 

En Venezuela existe un sistema de control de cambios desde 2003 que impide el libre acceso a las divisas y obliga a particulares y empresas a canalizar sus peticiones a través de varios mecanismos, el más importante de los cuales es el Cadivi, que otorga dólares al tipo de cambio oficial, a 6.30 bolívares.

 

En este contexto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó que los crecientes “desequilibrios” en la economía venezolana hacen que la situación “no sea sostenible”, a no ser que “se hagan correcciones”.

 

Según estimaciones oficiales, el país sudamericano, con las mayores reservas petroleras del mundo, cerrará 2013 con un crecimiento de entre 2% y 3%, pero el Fondo estima una tasa de 1%.

 

La gravedad de la situación económica ha dado lugar una crisis política sin precedentes, con enfrentamientos abiertos entre distintos sectores del gobierno a ello se suman los anuncios inverosímiles y políticas incapaces de hacer frente a la que ha hecho Maduro, y que ha sido motivo de burla y críticas nacionales e internacionales.

 

El pasado mayo, luego de atacar al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, por recibir al líder de la opocición Henrique Capriles, Maduro afirmó que, desde el exterior, un grupo de expertos quería inocularle un “veneno”, pero “no para que me muera en un día, sino para que la enfermedad me dure meses”. Desde entonces, no ha hablado más del supuesto plan.

 

Maduro, culpa del sabotaje económico a empresas privadas, por lo que el pasado septiembre, anunció la creación de un  0-800-sabotaje para denunciar conspiraciones.

 

A ello se sumó el pasado mes la creación de una nueva dependencia para que se encargue directamente de las más de 30 misiones sociales que se han creado en 14 años del chavismo. “He decidido crear el viceministerio y lo he llamado así en honor a nuestro comandante Chávez y a Bolívar. Tendrá el objetivo de la suprema felicidad social”, precisó.

 

Y entre las declaraciones calificadas como ridículas por la oposición, el mandatario aseguró declaraciones más ridículas que se le apareció el ex presidente Hugo Chávez en forma de un pajarito “de repente entró un pajarito, chiquitico, y me dio tres vueltas acá arriba. Se paró en una viga de madera y empezó a silbar, un silbido bonito. El pajarito me vio raro, ¿no? Silbó un ratico, me dio una vuelta y se fue y yo sentí el espíritu de él”, dijo.

 

El mandatario también fue motivo de críticas y burlas por haber inventado la palabra “millonas” en un discurso “Tenemos una generación de oro brillando por el mundo. Hoy tenemos millones y millonas de Bolívar”, aseguró el pasado agosto.

 

Maduro no sólo culpó a la oposición de la violencia y todos los males que enfrenta el país, sino también culpó al Hombre Araña “En estos días nos pusimos a ver el Hombre Araña 3. Eso es candela, desde que empieza hasta que termina es muertos y más muerto, ese muchacho que a los 14 años carga una 9 milímetros tiene en el cerebro miles de horas de transmisión de series donde matan gente”, agregó.

 

A finales de octubre, Maduro decidió adelantar la navidad  El gobierno montó una imponente feria navideña en el Parque Los Caobos, en Caracas, para garantizar la presencia de las familias.

 

“Seamos felices y hagamos felices a todos. ¡Qué viva la felicidad suprema! ¡Qué viva la música! ¡Qué viva la Navidad! ¡Bienvenida la Navidad a Venezuela!”, cerró su mensaje, eufórico.

 

La semana pasada, el mandatario se dirigió por cadena nacional a su país para informar las “acciones contra la guerra económica” y anunció una serie de medidas que tendrán como principales objetivos: “regular precios justos” a todos los productos, bienes y servicios; luchar contra la “especulación y acaparamiento”; y promover el ahorro en bolívares, entre otros.

 

Ya lo advirtió el domingo, cuando dijo que las intervenciones en cadenas de electrodomésticas y las rebajas de un 50% de sus productos eran sólo “la punta del iceberg” de su plan. El lunes, Maduro, dio un paso más en su “guerra económica” y adelantó que, apenas consiga los “superpoderes” en el Parlamento, lanzará medidas para limitar los márgenes de ganancia del aparato productivo y severas penas contra la especulación.

 

Este anuncio forma parte de una campaña de fiscalización de precios, principalmente de productos importados, que comenzó el viernes con la intervención militar a una cadena de electrodomésticos, Daka, donde fue reducido en hasta 50% el importe de artículos que, según el gobierno, fueron elevados de manera irregular y que dejó a cinco gerentes de establecimientos detenidos tras haber verificado que había sobreprecios por 1,200 % en los establecimientos.

 

Ayer se conocía que mayoría oficialista votaría el desafuero de la diputada María Mercedes Aranguren, quien representa el legislador 99, el único que le falta a Maduro para lograr el respaldo requerido para tener la Ley Habilitante.

 

En caso de que se le retire la inmunidad a Aranguren, elegida en 2010 por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y quien luego se declaró independiente, su escaño será asumido por su suplente, Carlos Flores, definido por el oficialismo como un “chavista” que votaría por aprobar la Ley Habilitante, lo que permitirá legislar por decreto a Maduro durante un año.