BERLÍN. El presidente estadunidense, Barack Obama, sabía desde 2010 que el celular de su par alemana, Angela Merkel, estaba siendo intervenido y en vez de terminar con el espionaje, pidió un informe completo sobre la canciller, denunció el diario alemán Bild am Sonntag.

 

En una nueva revelación que tensa aún más la relación entre Washington y Berlín, el diario alemán citó fuentes de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos que sostienen que el ex jefe de la agencia de espionaje, Keith Alexander, informó personalmente a Obama en 2010.

 

“Obama no suspendió la operación, sino que la dejó continuar”, dijo una de las fuentes al diario alemán, contradiciendo al propio mandatario estadounidense, quien le había garantizado personalmente a Merkel que no sabía nada sobre el espionaje en su contra.

 

Desde que explotó el escándalo, la posición oficial de la Casa Blanca ha sido que el gobierno estadounidense no está espiando ni espiará a Merkel, pero nada se menciona sobre el pasado.

 

Según el Bild am Sonntag, la NSA no sólo espió el celular del partido que usó Merkel hasta el mes de julio de este año, como se había denunciado hasta ahora, sino que llegó a espiar el teléfono aparentemente seguro que empezó a usar en agosto pasado.

 

El diario sostiene que la información recopilada en el cuarto piso de la embajada estadounidense en Berlín -donde trabajan 18 agentes de la NSA- se enviaba directamente a la Casa Blanca, sin pasar primero, como es habitual, por la central de la agencia en Fort Meade, en el estado de Maryland.

 

Merkel era objetivo importante: Der Spiegel

 

Por otra parte, el semanario alemán Der Spiegel reveló ayer que el celular de Merkel aparece en la lista de objetivos de la NSA desde 2002, tres años antes de que ganara las elecciones y se pusiera al frente del gobierno alemán.

 

Ese mismo año también comenzó el espionaje al entonces canciller alemán, Gerhard Schroeder, según el informe del Bild am Sonntag.

 

Prueba de la tensión y el malestar que existe en el gobierno alemán fue el comunicado que difundió ayer el ministro de Relaciones Exteriores alemán, Guido Westerwelle.

 

En él, el diplomático advirtió que “en suelo alemán rige la ley alemana” y eso es válido “para alemanes y extranjeros, para ciudadanos y empresas, y también para diplomáticos y embajadas”.

 

Westerwelle no disimuló la intención del comunicado y advirtió que “el espionaje entre amigos y aliados no es procedente”, y que “no todo lo que es posible es también políticamente razonable”.

 

El semanario alemán también informó que EU tenía en 2010 unos ochenta equipos de espionaje de la CIA y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) en todo el mundo, 19 de ellos en ciudades europeas como Madrid, París, Berlín, Roma, Praga o Ginebra.

 

Der Spiegel desveló otra vez informaciones de carácter reservado de los servicios de inteligencia estadounidenses, según los cuales el teléfono celular de la canciller alemana, se encuentra en la lista de objetivos de NSA desde 2002.

 

Basándose en documentos de esta agencia, apunta a que el teléfono de la canciller seguía entre los objetivos del espionaje de EU pocas semanas antes de la visita que realizó en junio a Berlín Barack Obama.

 

El número de teléfono aparece identificado como “GE Chancellor Merkel”, aunque no se especifica qué tipo de comunicaciones eran espiadas, si todas las conversaciones o sólo los datos de los contactos.

 

Según estos documentos, una unidad denominada Special Collection Service (SCS) sería la encargada de recoger la información, con ayuda de un equipo, no registrado legalmente, situado en la embajada de Estados Unidos en Berlín.

 

Además de en Berlín, el Gobierno de Estados Unidos tenía, según documentos internos de la NSA, una segunda sucursal en territorio alemán, en concreto en Frankfurt.

 

Ante estas acusaciones. la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) negó que el presidente Obama, hubiera sido informado o aprobado el espionaje a la canciller alemana tal y como ha publicado el diario. La Casa Blanca no ha hecho comentarios.