El presidente de Enagás, Antonio Llardén, aseguró que la compañía española todavía tiene posibilidades de lograr el contrato para la segunda fase del proyecto de gasoducto Los Ramones, después de que Petróleos Mexicanos declarara la semana pasada desierto el proceso licitatorio para la construcción de esta línea de tubería entre Nuevo León y Guanajuato. Un proceso que prácticamente tenía ganado, luego de que los dos competidores a los que se enfrentaba retiraron sus propuestas.

Llardén insistió ayer en que “México sigue siendo un foco de atención especial” para la compañía, dado que este país tiene un plan de inversiones en gas importante, en el que Enagás podría tener “un papel relevante”.

 

En una conferencia con analistas, el directivo afirmó que está en contacto con Pemex y que existen posibilidades tanto en el proyecto Ramones como de seguir trabajando con ellos en otros desarrollos.

 

El proyecto Los Ramones II consiste en un gasoducto de 48 pulgadas con una longitud de aproximadamente 740 kilómetros, que conectará la estación gasera de Los Ramones, Nuevo León, a la estación de Apaseo El Alto, Guanajuato, pasando por los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí y Querétaro.

 

La construcción del gasoducto, que necesitará una inversión de alrededor de dos mil millones de dólares, incluye ingeniería y diseño del sistema, obtención de los permisos necesarios, incluyendo el permiso de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), la adquisición de los derechos de vía restantes, y la construcción, puesta en marcha, operación y mantenimiento del sistema.

 

Como informó 24 HORAS, Petróleos Mexicanos declaró desierto el proceso licitatorio para la construcción de la segunda fase de Los Ramones.

 

En un principio, había tres participantes: con una propuesta conjunta, Enagás Internacional SLU y Ramones BV (detrás de ellos está la francesa GDF Suez). Además de Infraestructura Energética Nova y Transportadora de Gas Natural de la Huasteca.

 

Sin embargo, TransCanada –Transportadora de Gas Natural de la Huasteca- así como de Infraestructura Energética Nova anunciaron el 27 de septiembre que cancelaban su participación en el concurso, dándole el paso libre al consorcio conformado por Enagás.

 

Pemex finalmente declaró que la propuesta presentada por la empresa española no reunía los requisitos solicitados para el contrato.

 

La semana pasada fuentes de Enagás afirmaron a este diario que no querían comentar la decisión de la paraestatal mexicana, pero dijeron que su oferta “era muy buena técnicamente”, por lo que necesitaba tiempo para analizar las causas por las cuales Pemex decidió declarar desierto el proceso licitatorio.