La vida nocturna ha renacido en Tampico. Las noches de fiesta en la playa y la diversión en los diversos centros de esparcimiento han regresado con tal fuerza que el famoso puerto tamaulipeco ya se prepara con entusiasmo para los festejos de la época decembrina que, por lo que se ve, serán coloridos y luminosos.

 

Para los lugareños, este retorno de las noches de fiesta es una excelente noticia. Hace tres años, Julio César Montelongo, gerente de un restaurante familiar que se ubica en la principal zona comercial de Tampico, recibió la noticia de sus superiores de que las cenas navideñas quedaban suspendidas en su centro de trabajo.

 

Por su parte, Ramiro Soto, quien ha trabajado los últimos años por las noches como capitán de meseros en diversos centros nocturnos y restaurantes, se sentía muy inseguro al terminar sus labores: le tocó ser testigo de balaceras y ver a “uno que otro muertito” por las calles.

 

Jorge Arturo Rodríguez, encargado de piso del turno nocturno de un bar, estuvo a punto de dedicarse a otra cosa, buscar un nuevo trabajo por la violencia que se vivía en su ciudad, en los municipios vecinos, en Tamaulipas.

 

Ahora, aunque la inseguridad no ha desaparecido totalmente de las calles, Julio César está contento en su trabajo porque desde hace un par de años las cenas navideñas regresaron al TGI Friday’s, las noches “se alargaron” y la seguridad ha sido un punto importante en la zona para recuperar la confianza de la gente.

 

En alguna ocasión, cuenta, tuvieron una mala experiencia cuando pasaron frente al restaurante, sin detenerse, policías y presuntos delincuentes en un intenso intercambio de disparos de armas de fuego, lo que provocó que por medidas de seguridad cerraran el local y mantuvieran adentro a los comensales. Abrieron las puertas del restaurante para que la gente saliera tres horas después. Al otro día siguieron trabajando como si nada y aunque reconoce que cada vez es menos lo que se escucha entre la gente sobre la inseguridad, también dice que eso se refleja, pues ya sea lunes, martes o sábado, los clientes siguen llegando para divertirse, ya sea aquí en o en cualquier otro punto de Tampico.

 

De antro en antro

 

Es de llamar la atención que en la entrada de la “Cervecería del barrio” no hay cadeneros o guardias de seguridad.

 

Ramiro Soto nos permite ingresar a este lugar que funciona como restaurante familiar en el día y al que asisten por las noches cientos de jóvenes y adultos en grupo para divertirse acompañados de “chelas” y con la estridente música de moda.

 

La principal preocupación de Ramiro, capitán de meseros, es tener que enfrentar a los que se “pasan de copas” y se quedan dormidos, no quieren pagar o no quieren abandonar el lugar, por lo que se ha especializado en dar una atención adecuada para cuando le tocan los “borrachazos”: se puso de acuerdo con un grupo de taxistas que opera afuera del lugar para dar atención a los clientes que lleguen sin auto o que lo necesiten en caso de que el alcohol los haya rebasado. Pero no le preocupa la inseguridad o la violencia, pues dice que esta zona es cada día más segura y eso se siente, se escucha, se comenta.

 

Jorge Arturo asegura que la gente “sale a cotorrear” con mayor responsabilidad y esto va al alza. Él es encargado de piso en un centro nocturno. Hace años escuchó de balaceras que se registraban en Tampico, de “levantones” y secuestros. Ahora, dice, es distinto. Coincide con Ramiro y Julio César, empleados de los restaurantes antes citados, en que ahora los tampiqueños tienen la confianza para salir a divertirse hasta altas horas de la noche. Escuchan las historias de sus empleados que han visitado diversos antros sin que se registren enfrentamientos y aseguran que no dejan de hacer su vida, están atentos y no se meten en lugares que sean inseguros. Además, ven con buenos ojos los operativos de seguridad implementados por las autoridades que revisan a la gente y a los automóviles.

 

Las noches en la playa o en el puerto de Tampico son diferentes. La diversión nocturna que se había dejado de hacer ha vuelto con todo; incluso los artistas nacionales e internacionales están de regreso.