El dirigente de la Organización de Pueblos Indígenas Zapotecos (OPIZ), Juan Sosa Maldonado, acusó que el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, ha desatado una intensa persecución en contra de líderes sociales y luchadores, lo que ha demostrado que su administración no tiene la capacidad suficiente para preservar la vida de los oaxaqueños dedicados a la lucha social.

 

Después de que ayer Juan Sosa Maldonado fuera víctima de un atentado en el que se pretendió privarlo de la vida mientras conducía su automóvil por la agencia de San Felipe del Agua, para llevar a su hijo a una escuela privada, denunció que este intento de asesinato es el segundo en importancia después de que fuera desaparecido en 1998, durante la administración del ex gobernador Diódoro Carrasco Altamirano.

 

Acompañado por representantes del Frente Único de Lucha (FULAPPO) antes Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), el activista social acusó que en esta entidad operan grupos paramilitares con la anuencia del Estado mexicano.

 

Recordó que en lo que va de la administración del gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo han contabilizado 160 ejecuciones extrajudiciales.

 

Ante este panorama, Sosa Maldonado, responsabilizó al mandatario estatal “por comisión y omisión del atentado en su contra, ya que dijo que la intención de quitarle la vida tiene un origen político y un manto de impunidad”.

 

Lamentó que en Oaxaca exista una ejecución permanente de luchadores sociales, “una limpia de líderes desde la llegada de Gabino Cué Monteagudo, quien se llena la boca hablando de derechos humanos y ofrece una paz pero en los sepulcros”, finalizó.