La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) felicitó a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), por haber sido galardonada con el premio Nobel de la Paz, y aprovechó para hacer un llamado a los seis países que aún no son parte de la Convención para la Prohibición de las Armas Químicas: Angola, Corea del Norte, Egipto, Israel, Myanmar y Sudán del Sur.

 

La dependencia a cargo de José Antonio Meade destacó que la distinción “refrenda el trabajo de la OPAQ en favor del desarme, así como el papel medular que ha desempeñado en el impulso a una solución diplomática para desmantelar el arsenal de armas químicas en Siria”.

 

“Esta Organización, con sede en La Haya, Países Bajos, verifica la aplicación de la Convención adoptada en 1992, tratado que representó un hito para el desarme al prohibir una categoría completa de armas, con la colaboración de la industria química”, señaló la SRE en un comunicado.

 

También se recordó que “México ha sido parte del Consejo Ejecutivo de la OPAQ desde 1997, y es el único miembro de la OPAQ que ha sido Presidente del Consejo Ejecutivo de la Organización durante dos períodos (1999-2000 y 2009-2010), lo que constituye un reconocimiento a la activa participación de nuestro país en los trabajos” de esa organización.

 

Como miembro del Consejo Ejecutivo de la OPAQ, México respaldó activamente la reciente decisión de establecer un plan de destrucción expedita de los arsenales químicos de Siria, bajo control y vigilancia internacional, que permitió superar la parálisis del Consejo de Seguridad de la ONU frente a la crisis en Siria.

 

México participó activamente en la negociación de la Convención de Armas Químicas y en la consolidación del régimen establecido desde su entrada en vigor. El embajador mexicano Alfonso García Robles, Premio Nobel de la Paz (1982), desempeñó un papel central en la negociación de esta Convención. Por su parte, Santiago Oñate Laborde, actual Representante de México ante el Consejo de Europa, fungió como asesor jurídico de la OPAQ de 2004 a 2012. México firmó la Convención sobre las Armas Químicas en 1993 y la ratificó en 1994.