EL CAIRO. Las fuerzas de seguridad y manifestantes islamistas se enfrentaron el domingo en varias partes de Egipto, con un saldo de 51 muertos, lo que hizo que el día festivo nacional que exalta al ejército terminara en una situación caótica.

 

Multitudes de los dos bandos rivales en Egipto —los partidarios del depuesto presidente islamista Mohamed Morsi y los de los militares que lo depusieron— salieron a las calles y se enfrentaron entre sí.

 

Varios barrios de la capital, El Cairo, parecían zonas de combate después de las batallas callejeras que se prolongaron durante horas. Partidarios de Morsi dispararon perdigones y lanzaron bombas incendiarias contra la policía, que respondió con balas y gas lacrimógeno. Las calles quedaron sembradas de escombros, el aire estaba cargado por los gases lacrimógenos y el humo de incendios que ardían, mientras se escuchaba el sonido de los disparos.

 

La cifra de 51 muertos del domingo fue la más alta en un solo día desde el 14 de agosto, cuando las fuerzas de seguridad irrumpieron en dos sentadas en campamentos de protesta de los partidarios de Morsi, lo que desembocó en la muerte de cientos de personas.

 

A pesar de que los combates continuaban en las calles, el ejército siguió adelante con fastuosas celebraciones por el festivo que marca el 40 aniversario del inicio de la guerra de 1973 con Israel.

 

Por la noche, la televisión estatal transmitió en vivo un concierto en un estadio de El Cairo que administran los militares, donde estrellas pop de Egipto, el Líbano y otros países del Golfo Pérsico cantaban himnos al ejército ante una entusiasta multitud. El jefe militar, general Abdul Fatá El Sisi, otros altos mandos y el presidente interino Adly Mansur asistieron al espectáculo.

 

“Hay quienes piensan que se puede quebrantar al ejército “, dijo El Sisi en un discurso durante el concierto. “¿Ven las pirámides? El ejército es como las pirámides, ya que el pueblo egipcio están de su lado”.