De los 70 programas de 11 instancias federales incluidos en la Cruzada Nacional contra el Hambre (CNCH), sólo 10 muestran una estrecha vinculación con alguno de los indicadores de pobreza que se integraron a la estrategia, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval).

 

En el Diagnóstico del Diseño de la CNCH, el organismo autónomo señala que en el decreto de la estrategia no se establece una clara justificación que vincule a los programas federales que se integran con los objetivos de la Cruzada.

 

“Si bien se hace énfasis en el enfoque de integralidad de la Cruzada para abatir las causas de la pobreza extrema e inseguridad alimentaria, no se presenta la justificación de los programas que aparecen en el Decreto”, señala.

El informe cita como ejemplo que que en el Anexo 6 del Decreto de la Cruzada se presenta un listado de 39 programas agrupados según la dependencia responsable de su ejecución y su vinculación con alguno de los indicadores u objetivos de la Cruzada, “lo que justificaría de forma tácita su papel dentro de la estrategia. No obstante, ni el número de programas ni los indicadores planteados parecen ser consistentes con el total de programas citados en el decreto de creación”.

A través del Inventario de Programas Federales de Desarrollo Social, el Coneval elaboró un análisis para identificar la vinculación entre los programas y las acciones federales, población objetivo y características de los bienes y servicios que otorga cada uno.

 

Los programas de Abasto Rural, de Pensión para Adultos Mayores, Abasto Social de Leche, Ahorro y Subsidio para la Vivienda, Apoyo Alimentario, Empleo Temporal, Oportunidades y Desarrollo de Zonas Prioritarias, de la Sedesol, así como los programas de Seguro Popular y Seguro Médico Siglo XXI, de Salud, son los calificados como “fuertemente prioritarios para la disminución de la pobreza”.

Aunque el Coneval reconoce como acierto que en la Cruzada se utilicen tanto programas de asistencia social como productivos, recomienda que en el diseño e instrumentación de la estrategia “se modifiquen o creen nuevos instrumentos de política pública para cumplir más eficazmente con sus objetivos, o bien dejar de considerar ciertos programas que ahora están incluidos”.