TOKIO. Un nuevo día, una nueva filtración de agua radiactiva. La empresa que opera la planta nuclear de Fukushima Dai-ichi, donde se han producido varias fusiones, informó el jueves que por lo menos 430 litros de agua contaminada se filtraron cuando los trabajadores llenaron en exceso un tanque de almacenamiento sin un calibrador que hubiera podido advertir del peligro.

 

La cantidad filtrada es ínfima en comparación con las miles de toneladas de agua radiactiva, que no han sido reportadas, que se han filtrado al Océano Pacífico, desde que ocurrió un devastador terremoto y un maremoto que destruyeron la planta en el 2011. Pero el error es uno de los muchos que la empresa operadora ha cometido mientras trata de lidiar con lo que parece ser una serie interminable de filtraciones contaminadas.

 

Según la empresa Tokyo Electric Power Co., operadora de la planta, los trabajadores detectaron que el agua se desbordaba por la parte superior del tanque de gran tamaño mientras vigilaban el lugar la noche previa. El tanque es uno de los 1.000 construidos en las instalaciones que rodean la planta para almacenar el agua que se usa para enfriar el combustible nuclear fusionado en los reactores averiados.

 

TEPCO dijo que el agua se derramó sobre la barrera de concreto que rodeaba el tanque y se cree que gran parte de la filtración cayó al mar por un canal adyacente al río. La empresa dijo poco después que el nivel de radiación en las muestras de agua marina tomadas en la costa que bordea la planta estaba por debajo del nivel detectable.

 

La nueva filtración con toda seguridad provocará preocupación y críticas contra TEPCO y el gobierno por su manejo de la crisis nuclear. En agosto, la empresa sobre una filtración de 300 toneladas de agua de otro tanque de almacenamiento, una de varias recientes filtraciones registradas en meses recientes.

 

El nuevo incidente tiene lugar después que la empresa y el gobierno admitieron que una filtración de agua subterránea contaminada estaba cayendo al mar con un ritmo diario de 300 toneladas, por algún tiempo.

 

El portavoz de TEPCO Masayuki Ono dijo el jueves en una conferencia de prensa convocada con urgencia, que el desborde ocurrió en un tanque de 450 toneladas que no tenía medidor de agua y que estaba situado en un terreno desnivelado, ligeramente inclinado hacia el mar. El tanque ya había estado casi lleno, pero los trabajadores vaciaron más agua contaminada hasta sobrepasar su capacidad máxima en momentos en que la planta carece de suficiente capacidad de almacenamiento.

 

Recientes lluvias que inundaron los patios donde están situados los tanques de almacenamiento y la inmediata necesidad de bombear y almacenar el agua de lluvia contaminada contribuyó a la escasez de almacenamiento, indicó.

 

“Tendríamos que haber prevenido el desborde”, agregó.

 

El secretario del gabinete Yoshihide Suga destacó que los esfuerzos para detener las filtraciones aún no son suficientes pero defendió a TEPCO por haber detectado el problema con mayor premura que la vez anterior.