MOSCU. Siria entregó a Rusia material que pretende demostrar que un ataque con armas químicas perpetrado el 21 de agosto pasado fue realizado por grupos opositores, dijo el viceministro ruso de relaciones exteriores, Serguéi Ryabkov, según la agencia de noticias ITAR-Tass. El gobierno del presidente sirio informó a los funcionarios rusos que el material “da testimonio de que los rebeldes participaron en el ataque químico”, aunque los funcionarios afirman que Rusia no ha sacado conclusiones.

 

La responsabilidad del ataque contra la población civil de la periferia de Damasco, del 21 de agosto, es objeto de un debate diplomático internacional que logró establecer un plan para que el régimen sirio entregue esas armas bajo custodia internacional. El informe de los inspectores de la ONU confirmó que en esa ocasión se usaron armas químicas, sin especificar qué bando involucrado en la guerra civil es responsable.

 

La información que ayer entregó el gobierno sirio a los diplomáticos rusos no especifica la naturaleza del material entregado. Según la agencia rusa, el vicecanciller Ryabkov declaró “nos inclinamos a tratar con gran seriedad el material del bando sirio sobre la participación de los rebeldes en el ataque químico del 21 de agosto”.

 

Hasta ahora, la lucha interna en Siria ha dejado más de 100 mil muertos, con base cifras de Naciones Unidas y organismos humanitarios.

 

En Moscú, el canciller ruso Serguei Lavrov y su contraparte francesa Laurent Fabius divergieron totalmente en sus apreciaciones sobre el conflicto sirio durante su encuentro. Lavrov dijo que Rusia tiene motivos para creer que el ataque fue una provocación de los rebeldes, mientras Fabius opinó que las pruebas implican claramente al gobierno sirio. Rusia también ha insistido en que un ataque con armas químicos del 19 de marzo fue cometido por los rebeldes.

 

Desde el comienzo del conflicto, en marzo de 2011, Rusia ha sido el principal aliado de Siria, bloqueando propuestas de resoluciones de la ONU para sancionar al régimen de Assad y se opuso al intento de autorizar el uso de la fuerza si Siria no cumple con el acuerdo de deshacerse de sus armas químicas. Esa situación pesa en la percepción de los estadunidenses que, por primera vez en más de una década, perciben a Rusia como país “enemigo o no amistoso” más que como “aliado amigo”, de acuerdo con un sondeo de la firma de opinión Gallup.

 

BOTÓN: La encuesta muestra que 50 % de estadunidenses ven a los rusos como enemigos, comparado con 44 % que los aprecian como amigos. Hace tres meses, 52% veía a Rusia en términos positivos. Además, ahora, 54 % de estadunidenses tiene una imagen desfavorable de Putin. “Desde 1999, los estadunidenses consideraban a Rusia más como un aliado que una nación hostil o enemiga”, señaló Gallup.

 

En Berlín, el tema sirio fue abordado por la canciller alemana, Angela Merkel, quien rechazó que su país hubiera exportado a Siria sustancias para fabricar armas químicas. La declaración de la jefa de Estado se produjo luego de conocerse que entre 2002 y 2006 Alemania exportó a Siria más de 130 toneladas de productos químicos susceptibles de ser usados para fabricar gas sarín.

 

Merkel aseguró que no hay “ningún indicio” que apunte a que el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, haya empleado productos importados desde Alemania para fabricar su arsenal químico. «Según los datos de los que dispongo, fueron destinados a usos civiles, en una entrevista en la primera cadena de la televisión pública ARD

 

México apoya la solución política en Siria

 

El gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), expresó su apoyo a las recientes iniciativas diplomáticas para encontrar una solución política y pacífica a la crisis en la República Árabe Siria. Celebró el acuerdo marco alcanzado en Ginebra, Suiza, el pasado 14 de septiembre entre EU y Rusia encaminado a la eliminación de las armas químicas en aquel país y la adhesión de Siria a la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, Producción, Almacenamiento y Uso de Armas Químicas y sobre su Destrucción de 1993. Instó a la comunidad internacional a respaldar tanto ese acuerdo marco, como las obligaciones adquiridas por Siria en virtud de su adhesión a la citada Convención.