Al menos tres diplomáticos rusos resultaron heridos por la caída de un proyectil en el edificio de la embajada de Rusia en Siria, denunció hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa.

 

En un comunicado, la cancillería condenó el ataque contra su representación diplomática en Damasco, ubicada en la zona de Mazraa, en momentos en que Rusia continúa sus esfuerzos para evitar una intervención militar en Siria.

 

“Por la mañana de este 22 de septiembre, a causa de fuego abierto por extremistas en el barrio Mezze de Damasco, un proyectil explotó en territorio de la embajada de Rusia en Siria. Tres funcionarios de la misión diplomática resultaron heridos, pero no amenaza su vida”, destacó.

 

La breve declaración indicó que el proyectil cayó como resultado de una serie de disparos lanzados por grupos paramilitares contra la zona de Mazraa, que es resguardada por las fuerzas de seguridad sirias, según un reporte de la agencia informativa rusa Itar-tass.

 

El ataque contra la representación diplomática rusa es el segundo, luego de que a principios de junio pasado al menos una persona perdió la vida y otra resultó herida por el impacto de cinco cohetes en el área de Adua, próxima a la embajada rusa en Damasco.

 

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) confirmó el ataque contra la embajada rusa y aseguró que fuerzas rebeldes desplegadas en zonas cercanas a la capital siria regularmente disparan proyectiles contra Damasco, incluida la zona cercana a la representación rusa.

 

El ataque coincidió con el llamado del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, para que los rebeldes sirios también entreguen sus armas químicas que tienen en su poder, las cuales habrían arrebatado a las fuerzas sirias o les habrían llegado desde el extranjero.

 

En una entrevista al programa televisivo “Hora dominical” en el Primer Canal de la TV Rusa, Lavrov aseguró que existen pruebas, proporcionadas por Israel, que comprueban que los rebeldes habrían robado armas químicas de instalaciones militares del régimen.

 

En la entrevista, difundida luego de que Siria cumplió con la entrega de la lista sobre su arsenal, incluido en el plan promovido por Rusia para evitar una intervención militar en el país árabe, Lavrov afirmó que Rusia no es garante del desarme químico sirio.

 

“Quisiera precisar que Rusia no es garante del desarme químico en Siria. Nuestro país garantizó la adhesión de Siria a la Convención sobre la Prohibición de las Armas Químicas sin reservas, a diferencia de Estados Unidos, que se adhirieron a esta Convención con restricciones”, dijo.

 

El ministro ruso del Exterior destacó que Siria, como firmante de este documento, está jurídicamente obligado a cumplir con su desarme, aunque ello no obliga a Rusia garantizar que de verdad sea cumplido plenamente por Damasco.

 

Lavrov también aprovechó para acusar a Estados Unidos de chantajear a su gobierno para aprobar una dura resolución contra Siria, en base al capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas (ONU), que prevé el uso de la fuerza. “Está cegado por el deseo la guerra”, comentó.

 

“Nuestros socios estadunidenses están empezando a chantajearnos, amenazando con dejar de trabajar en la implementación de acuerdo de desarme químico de Siria, a menos que Rusia apoye la resolución del Consejo de Seguridad que permite la intervención militar”, indicó.

 

“Nuestros socios -agregó el canciller ruso- están cegados por su objetivo ideológico de un cambio de régimen en Siria, lo único que hablan es que Bashar al-Assad debe irse… Sólo están interesados en demostrar su superioridad, no en resolver el problema de las armas químicas en Siria”, adujo.

 

El ministro dijo que Rusia estaría dispuesta a enviar tropas a Siria como parte de una presencia internacional para garantizar el trabajo de expertos en los sitios de armas químicas, luego del ataque del 21 de agosto pasado cerca de Damasco, que dejó más de mil muertos.

 

“Estamos dispuestos a destinar nuestros militares, policía militar, a participar en esos esfuerzos”, subrayó.