CARACAS. El presidente de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Rafael Ramírez, reveló que una investigación determinó con 99% de probabilidad, que hubo un sabotaje directo en la explosión de la refinería Paraguaná, en agosto del 2012.

 

“Nos reunimos con organismos de seguridad del Estado porque detectamos que ha habido en los últimos eventos sabotaje directo”, por lo que sostuvo un encuentro con miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) y la Dirección de Inteligencia Militar (DIM) para profundizar en esa cuestión.

 

“La hipótesis que tiene 99% de ocurrencia es la del sabotaje”, dijo Ramírez en un acto de reconocimiento a los trabajadores y bomberos que participaron en las labores de control del incendio el 25 de agosto de 2012, y añadió que la suma de los daños causados por la explosión fueron cerca de dos mil millones de dólares.

 

En reacción a estas declaraciones, el ex directivo de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), José Toro Hardy, dijo que “el mismo Ramírez había dicho en su informe parlamentario del año pasado los problemas que podían ocurrir en las refinerías porque no se había invertido en mantenimiento”. Por ello, apuntó que “el único saboteador sería el ministro Ramírez”, debido a que en su gestión hizo que la que fuera la empresa petrolera más segura del mundo se volviera la más insegura.

 

A un año de la supuesta fuga de gas en el interior de la refinería de Amuay, que generó una explosión en el área de almacenamiento y dejó un saldo de 42 muertos, el presidente Nicolás Maduro dijo que esa investigación comprobó que el estallido fue un “sabotaje” por parte de la oposición.

 

“Las pruebas se mostrarán en los próximos días, son de una investigación técnica internacional que se dirigió (…). Esta derecha no tiene escrúpulos para hacerle daño a la patria”, dijo Maduro.

 

El Complejo Refinador de Amuay (CRP), es el centro refinador más grande del mundo. Abarca tres importantes refinerías: Amuay, Cardón y Bajo Grande y tiene una capacidad de refinación de 940 millones de barriles diarios, según su página web. En los últimos meses han multiplicado los accidentes en sus instalaciones petroleras, incluyendo incendios, explosiones y derrames de crudo, aunque el gobierno insiste en la seguridad de sus instalaciones.