El gobierno federal estableció el 15 de septiembre como fecha fatal para que se apruebe una reforma en materia energética que priorice la intervención de la iniciativa privada extranjera, por lo que se han intensificado los cabildeos legislativos y políticos en México, así como la búsqueda de acuerdos en el extranjero, aseguró el secretario general del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Alejandro Sánchez Camacho.

 

“Tenemos la preocupación que, de forma extra oficial, sabemos que Peña Nieto le urge que se resuelva la reforma energética los primeros 15 días de septiembre, incluso la Secretaría de Energía ya está en negociaciones en Estados Unidos para ver este tema de la inversión privada, entonces tienen urgencia. Pero también reiteramos que al interior del recinto legislativo no se descarta nada”, declaró el perredista en una rueda de prensa en la sede nacional de ese partido.

 

El sol azteca rechazó que los diputados de su bancada aprueben la iniciativa impulsada por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, que pretende reformar los artículos 27 y 28 constitucionales, que, según el PRD, privatizaría a la industria petrolera mexicana.

 

Para Sánchez Camacho, la dirigencia nacional perredista se ha puesto en guardia ante un posible “madruguete” de las bancadas del PRI y PAN en la aprobación de la reforma energética, sin embargo, aseguró “no se puede descartar nada”.

 

“No vamos a esperar que a palo dado ni Dios lo quita. Sería algo irresponsable en el parlamento actual, si el bloque del PRI y el PAN y sus paleros es decir PVEM y Panal, deciden por mayoriteo, por madruguete, aprobar la reforma energética. Esperamos que haya prudencia y que no lo hagan”, expresó el secretario general.

 

Según Sánchez Camacho, la primera estrategia es evitar que se apruebe la reforma energética para evitar que quede en manos de la iniciativa privada extranjera la extracción y refinación de combustibles; un tema que para el perredista ya está siendo negociado con Estados Unidos

 

Asimismo, el PRD se mantiene en la posición de no negociar una política de cambio con el gobierno de la República, es decir, rechazan que la bancada perredista deje pasar al iniciativa de reforma energética del gobierno federal a cambio de que PRI y PAN garanticen una reforma política para la ciudad de México.

 

“Se había dicho que el PRD aprobaría ese tipo de reformas y solo así a cambio el PRI y el PAN garantizarán la reforma política del Distrito Federal y la reforma política del Estado, lo cual lo hemos dicho con anterioridad: no estamos de acuerdo con la política del toma y da”, advirtió Sánchez Camacho, quien agregó que este nuevo Partido Revolucionario Institucional (PRI) que dice Peña Nieto es “el PRI viejo de Carlos Salinas de Gortari”, ex presidente de México.

 

“Lo que tenemos en los próximos días son dos temas de trascendencia nacional la reforma energética y la hacendaria”, finalizó el perredista.