ASUNCIÓN. Hoy asume como presidente de Paraguay Horacio Cartes, tras de haber ganado las elecciones el pasado 21 de abril. Este hecho marca el retorno al poder del Partido Colorado (ANR) tras haber mantenido la hegemonía durante 61 años. Su llegada a la presidencia se da en el marco de una protesta de más de 15 mil docentes, que hace dos semanas exigen modificaciones a la ley de jubilación. Al mismo tiempo, médicos y enfermeras reclaman el pago de sus salarios, que no reciben desde hace cuatro meses.

 

Un día antes de la toma de posesión, Cartes declaró a la radio Ñandutí de Paraguay que no cobrará el salario que le correspondería por su cargo como jefe de Estado. El mismo será donado para ayudar a los niños de la calle y a los enfermos terminales.

 

“Estoy considerando si donamos ese salario para promover programas sociales que ayuden a los niños de la calle o a los enfermos terminales. En el gobierno, no creo que gane dinero, sino que lo voy a gastar”, indicó.

 

Cartes, de 57 años, que obtuvo 45.91% de los votos en abril reemplaza a Federico Franco en el cargo que asumió luego de la destitución de Fernando Lugo -un ex obispo católico de izquierda- quien asumió en 2008 y fue destituido por el Congreso, en un controvertido juicio político, por “mal desempeño de sus funciones”.

 

Al acto del empresario tabacalero, el cual cuenta con al menos 25 compañías en distintos rubros, asistirán los presidentes de Argentina, Brasil, Uruguay, Chile y Perú, así como el presidente taiwanés, Ma Ying-jeou y, en representación de España, el príncipe Felipe y distintos organismos internacionales.

 

Dudas sobre su trayectoria

 

Sus críticos -dentro y fuera del Partido Colorado- le reclaman que como empresario, propietario del Banco Amambay y de 25 compañías, Cartes podría estar relacionado con operaciones ilícitas. La presidenta del partido, Lilian Samaniego, dijo hace tiempo que Cartes estaría asociado a grupos del narcotráfico.

 

Desde el año 2000, las autoridades paraguayas encontraron en su hangar una avioneta con matrícula brasileña con mariguana y cocaína. Cartes negó cualquier relación y se libró de que le imputaran cargos. En 2004 enfrentó acusaciones de lavado de dinero por documentos filtrados a WikiLeaks. Él y su Banco Amambay fueron investigados en Brasil luego de una investigación periodística basada en informes de la Agencia Antidroga estadunidense (DEA).

 

Sus antecedentes judiciales indican que en 1984 Cartes recibió un préstamo del Banco Central por un millón.592 mil 800 dólares para importar maquinaria agrícola. Depositó la suma en el Central Nacional Bank of New York y en 1986 la fiscalía consideró que esa transferencia era evasión pero archivó el caso. Más adelante, Cartes admitió que pasó 60 días en la prisión de Asunción por evasión de divisas en 1986.

 

Otro documento de 2010 filtrado por WikiLeaks reveló que la DEA y ejecutivos de dos grandes compañías tabacaleras de EU investigaron a Cartes para “desarticular y desmantelar sus organizaciones de tráfico de drogas”, aunque se ignora el final de ese proyecto. Ante esas revelaciones, la vocera del organismo Dawn Dearden respondió que “nunca confirmamos o negamos si un individuo es investigado”.