La semana pasada dediqué este espacio a hablar sobre diversas organizaciones asistenciales, un tema que llama poco la atención de los medios tradicionales de difusión. Por ello hay vacíos de información en muchos estratos de la sociedad sobre la importante labor que llevan a cabo estos grupos.

 

Sin duda, hay “historias de terror” en las cuales se ven inmiscuidas algunas de estas organizaciones y que cuentan con mucha difusión mediática. Eso genera desconfianza en la sociedad, lo cual, a su vez, merma el apoyo de la ciudadanía a causas nobles sustentadas en proyectos serios que no persiguen un afán de lucro.

 

Es justo por ello, decía en la entrega anterior, que organizaciones que brindan o pretenden dar ayuda social a grupos vulnerables en la Ciudad de México se registran ante la Junta de Asistencia Privada del Distrito Federal (JAPDF) como Instituciones de Asistencia Privada (IAP), con el fin de contar con una especie de “sello distintivo’ que dé confianza a la comunidad.

 

Y es que toda IAP está obligada a cumplir con estándares y normas de transparencia ante la autoridad, lo cual permite a las personas de buena voluntad y bienhechores tener una garantía de que el trabajo de esa organización asistencial es un compromiso serio, con objetivos claros, manejos transparentes y que cumple con la regulación.

 

Existen otros beneficios asociados a ser IAP, como el de contar con capacitación permanente para el desarrollo de competencias institucionales y fomentar y desarrollar investigaciones en torno al sector asistencial a través, entre otros, del Centro de Capacitación e Información del Sector Social (CECAPISS).

 

En este sentido, este miércoles la JAPDF y la Universidad La Salle Nezahualcóyotl dieron a conocer un trascendente programa que tiene como objetivo elevar el nivel de profesionalización de las personas que se encargan de operar las IAP en el Valle de México.

 

¿Por qué es importante este anuncio?, Bueno, en principio porque la educación, la capacitación y el intercambio de experiencias es la ruta hacia la profesionalización, la cual es el cimiento de un éxito basado en buenas prácticas.

 

Ambas instituciones crearon un diplomado en línea de Inclusión Laboral para Personas con Discapacidad en el Centro de Educación a Distancia de la Universidad La Salle Nezahualcóyotl, un diplomado presencial de Desarrollo Integral de Niñas, Niños y Jóvenes y una Maestría en Administración de IAP.

 

Las IAP son entidades con personalidad jurídica y patrimonio propio, sin propósito de lucro que, con bienes de propiedad particular, ejecutan actos de asistencia social: promoción, previsión, prevención, protección y rehabilitación. Se encuentran reguladas por la Ley de Instituciones de Asistencia Privada para el Distrito Federal, pero en muchas ocasiones la gente que trabaja en ellas no cuenta con una preparación óptima para operar en este sector.

 

A lo largo del 2012, la JAPDF, a través del CECAPISS, capacitó a dos mil 837 personas y en lo que va de este año a dos mil 860 personas vinculadas a las IAP, con el fin de favorecer la profesionalización en el sector asistencial, cuyas instituciones realizan mucho del trabajo social que el gobierno no puede hacer.

 

Los principios humanistas Lasallistas explican por qué la Universidad La Salle Nezahualcóyotl tomó el liderazgo en este programa de profesionalización asistencial en conjunto con la JAPDF, pero sólo quienes conocen la filosofía, visión y obra académica del maestro Raúl Valadez García, rector de esa institución, entienden por qué fue precisamente él quien concretó este proyecto.

 

Los buenos resultados en cuanto a la profesionalización de las personas vinculadas a este sector por parte de la JAPDF saltan a la vista, pero el proyecto académico anunciado por esta institución rectora de las IAP y la Universidad La Salle Nezahualcóyotl será un hito que marcará un antes y un después en el trabajo que realizan las IAP a favor de millones de personas.

 

Manos enlazadas por quienes más lo necesitan. ¡Enhorabuena!