Tras una persecución y un enfrentamiento a balazos, cinco sujetos vinculados con al menos 15 averiguaciones previas por el delito de robo con violencia a transportistas de cigarros fueron detenidos por policías de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF).

 

De acuerdo al informe de la dependencia, la presunta banda delictiva se dedicaba a asaltar camiones repartidores de cigarros principalmente en las zona de Tlalpan, Xochimilco, Tláhuac, Milpa Alta e Iztapalapa. Es justo de esta última delegación de donde se tiene el precedente de los primeros atracos que realizaron.

 

Tras un investigación de alrededor de cinco meses, los agentes de investigación lograron ubicar en flagrancia a Fernando Sosa Mendoza, César Carrillo Vargas, y Noé Hernández Hernádez, este último señalado como líder del grupo, y con antecedentes penales, preso en 2000 y 2002 por delitos contra la salud, señaló en conferencia el titular de la PGJDF, Rodolfo Ríos Garza.

 

Dichos sujetos fueron detenidos cuando intentaron robar a un repartidor de cigarros a punta de arma de fuego en la calle México, colonia Xicalco, en la delegación Tlalpan. Sin embargo, los probables responsables huyeron de los uniformados.

 

Tras una persecución por el Periférico, a la altura del Cuemanco los agentes los interceptaron, en respuesta, los fugitivos los agredieron a balazos. Luego de repeler la agresión, dichos hombres fueron detenidos en posesión de una pistola escuadra 9mm, y un revólver calibre 38 especial, así como la mercancía robada.

 

Posteriormente a su detención, dos cajas de cigarros robadas fueron ubicadas en una tienda localizada en calles de la colonia Santa María Aztahuacán, en Iztapalapa, sitio donde fueron detenidos los hermanos Juan Carlos y Manuel González Maya, quienes quedaron a disposición de autoridades ministeriales acusados por los delitos de encubrimiento y receptación.

 

De acuerdo a la Procuraduría capitalina, los otros tres sujetos serán consignados por su presunta responsabilidad en los delitos de robo, privación de la libertad, y homicidio en grado de tentativa.

 

Los detenidos aseguraron que ganaban 30 mil pesos por cada atraco.