Tras tantos trofeos y tantos títulos, a la etapa más exitosa en la historia del club Barcelona comienzan a salirle manchas.

 

Durante un año, el sabático que tomó el director técnico Joseph Guardiola en Nueva York, se especuló que la salida del estratega de la entidad blaugrana no fue lo pacífica que se quiso hacer creer. Ahora, en pocos días se confirma el pleito abierto del ahora entrenador del Bayern Múnich con su antiguo club y el presidente Sandro Rossell.

 

“Este año ha habido demasiadas cosas en que se han pasado de la raya. Utilizar la enfermedad de Tito Vilanova para hacerme daño. Eso no lo olvidaré nunca. Se han pasado de la raya. Porque yo a Tito Vilanova lo he visto en Nueva York, y si no lo he visto más, es porque no ha sido posible, pero no por mi parte. ¿Tengo que justificar que quiera que le vaya bien a un compañero que he tenido tanto tiempo y me ha ayudado tanto? Eso es de muy, muy, muy mal gusto. No me lo esperaba. De unos y otros”.

 

Con esas palabras Pep Guardiola abrió su frente de guerra.

 

De inmediato ha reaccionado el vicepresidente barcelonista, Jordi Cardoner, para responder: “Decir que hemos usado la enfermedad de Tito en su contra, es de mala persona”.

 

Guardiola abundó en su molestia contra el equipo del que fue capitán, símbolo y entrenador: “Me fui a 6 mil kilómetros de distancia y pedí al presidente que me dejaran tranquilo. No lo he conseguido. No han cumplido su palabra. Yo en el Barcelona lo hice lo mejor que sé, lo mejor que pude, con toda mi voluntad. Y la decisión la tomé yo. Cumplí mi etapa y me marché. No fue su responsabilidad, fui yo el que decidí marcharme”.

 

A este contencioso se añade ya la disputa de ciertos jugadores.

 

En el pasado se aseguró que Guardiola intentó convencer al brasileño Neymar, ya apalabrado con el Barcelona, para llevárselo al Bayern. Ahora es muy comentado el interés del club bávaro en el joven mediocampista blaugrana Thiago Alcantara, cuya cláusula de rescisión de contrato estarían dispuestos a pagar: 18 millones de euros.

 

La polémica seguirá y crecerá en cuanto el equipo que dirige Guardiola se enfrente al Barcelona, lo cual sucederá más pronto que tarde. Triste estela de dos Champions League, tres ligas, dos Copas del Rey, tres supercopas españolas,  dos supercopas europeas y dos Mundiales de Clubes, conquistados en escasos cuatro años.