La economía mexicana está metida en un bache. Durante el primer trimestre del año apenas creció 0.8% anual y con estos resultados las expectativas para el año se desplomaron de 3.5% a 2.7%, según los analistas encuestados por Banamex.
Así comenzó la marcha económica en este nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto y todo apunta -los indicadores adelantado y coincidente de The Conference Board mostraron contracciones en abril- que la mala racha continuará en el segundo trimestre que acaba de concluir, confirmando seis meses de aletargamiento económico.
Pero, ¿Qué fue lo que metió a la economía mexicana en este bache de la actividad productiva desde finales del trimestre del año pasado?
Por lo menos hubo cinco factores ya identificados que causaron este retroceso:
El más importante de todos ellos, sin duda, fue una desaceleración mayor a lo esperado en la actividad económica estadunidense impulsada por un menor gasto público derivado del famoso “precipicio fiscal” de inicio de año y que impactó la marcha de la economía. Ello, a pesar de una mejoría paulatina en los resultados en el gasto del sector privado, en la confianza del consumidor y en la inversión.
Un segundo factor fue la comparación estadística entre 2013 y 2012, derivada de un menor número de días hábiles en este año; factor cuya incidencia ya se esperaba en una menor tasa de crecimiento.
El tercer factor que afectó la actividad económica en el arranque del año fue El Buen Fin. Una parte importante de las caídas en las ventas comerciales de inicios de este año se explican por el consumo adelantado que se dio en noviembre pasado a raíz de la promoción del Buen Fin en los comercios. Al parecer en esta ocasión -que es la primera en la que el sector comercio organiza el Buen Fin con toda anticipación- se dieron fuertes ventas a través de tarjeta de crédito a planes de meses sin intereses, lo que afectó la capacidad de compra de los consumidores en los meses siguientes.
Un cuarto factor que abonó al bache de la economía fue la caída en el sector vivienda a raíz de la virtual quiebra de las tres grandes desarrolladoras de vivienda que cotizan en bolsa. La construcción de vivienda prácticamente se paralizó en el arranque del año con consecuencias importantes sobre el sector de la construcción que tiene fuerte incidencia en la marcha económica.
El quinto factor fue un menor gasto público en el arranque del año -que ya se veía venir en el presupuesto aprobado para 2013- derivado del cambio de gobierno, pero también de las restricciones al gasto público que imponen las leyes electorales y que habrá que analizar en otra ocasión.
La suma de estos cinco factores literalmente “tiró” a la economía en los primeros meses del año hasta casi borrar cualquier avance, y si bien se espera que el “factor estadístico” juegue a favor del crecimiento económico en el segundo trimestre, así como una cierta reactivación del gasto público; la lentitud que sigue viéndose en la marcha económica en Estados Unidos seguirá pesando en el resultado.
Hacia el tercer trimestre se pretende que sean el mayor gasto público y la reactivación en la construcción de vivienda los factores que contrarresten la desaceleración esperando que se consolide la recuperación manufacturera y el consumo en Estados Unidos. En esas expectativas se funda el pronóstico de 3.1% para el año del gobierno federal.
Comments are closed.