La iniciativa de McDonald’s apoyará el combate contra el sobrepeso y la obesidad, recordando que 70% de los mexicanos viven con éste, el primer problema de salud pública del país. Además del sedentarismo, la alimentación es uno de los factores esenciales que determinan esta condición que alcanza rangos de epidemia.
Es posible que al momento de realizar un pedido, esto provoque la elección de alimentos con menos contenido de calorías; por ejemplo, una porción de papas grandes tiene 500 kilocalorías, mientras que la chica 230 kcal.
La hamburguesería también ha decidido reducir el contenido de sodio hasta en 10% en las Cajitas Felices además de ahora ofrecer verduras como opción; ya estará en los padres de familia el seleccionar su contenido y dar una mejor dieta a sus hijos, incluso en un sitio de tan mala reputación en términos de salud, como esta cadena. Una muy buena opción, pero seguramente los niños preferirán consumir papas a las francesa en lugar de verduras. A futuro inmediato, McDonald’s tendrá que ofrecer alimentos más sanos, además de alejarse de transgénicos y grasas saturadas; un ejemplo sería el Egg McMuffin, con puras claras de huevo y menor cantidad de mantequilla añadida; otro serían ensaladas que verdaderamente reúnan propiedades e ingredientes sanos, y pollo que sea pollo,.
¿Qué paso a seguir?, ¿Es suficiente dar a conocer el contenido nutrimental de los alimentos? Aunque la iniciativa parece excelente y debe contagiarse a todos los establecimientos, el cambio debe suceder no sólo en los restaurantes de comida rápida sino en el comportamiento de las personas. Es urgente que además de estar informada del conteo calórico, la población entienda la importancia que tiene la nutrición, el exceso de sodio y, sobre todo, el efecto de una buena alimentación en la salud, la forma en qué cada caloría nos impacta. Al tiempo, es fundamental concientizar y educar a la gente, pues de otra forma de poco servirá llenarla de números y cifras calóricas.
McDonald’s, blanco de fuertes críticas y hasta de documentales que muestran sus efectos dañinos, puede cambiar su historia. Y, lo mejor, puede hacerlo en uno de los países que más necesita ese cambio.
El payaso Ronald se hace transparente, pero es hora de que los comensales se atrevan a ver con transparencia su comida y a no ignorar lo que a su organismo más conviene.
Añade vida a tu nutrición.