La guerra sucia ha sido una constante en el proceso electoral de Baja California, única entidad donde está en juego la gubernatura en las elecciones del 7 de julio. El principal problema que enfrenta el PAN, partido que ha convertido a Baja California en su bastión, es que se enfrenta a dos rivales del PRI: uno bajo la bandera de la coalición Compromiso por Baja California y otro bajo la del Movimiento Ciudadano.

 

De los cinco debates organizados por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de BC, el candidato de la alianza Unidos por Baja California (PAN-PRD-Panal-PEBC), Francisco Vega De Lamadrid, sólo asistió a tres. Y aún en ausencia, tanto el candidato del PRI, Fernando Castro Trenti, como el de Movimiento Ciudadano, Felipe Ruanova Zárate, dirigieron todas sus baterías en contra del panista.

 

La explicación de Kiko Vega sobre estas ausencias en los debates es que busca evitar el acoso por parte de sus adversarios, ante quienes ha demostrado debilidad a la hora de devolver los golpes.

 

“A los políticos no nos gusta el bullying, a nadie le gusta el bullying y esto no ayuda, esto desanima”, señaló Kiko Vega el pasado 10 de junio.

 

Contrario a lo que pudiera esperarse, el principal alfil de la campaña de desprestigio contra Vega de La Madrid no ha sido Fernando Castro Trenti, sino el otro priista Felipe Ruanova Zarate, a pesar de estar muy abajó en todas las encuestas.

 

Ruanova Zarate nunca ha negado el tener en común con Castro Trenti su filiación priista: “Yo no soy miembro de Movimiento Ciudadano, soy un candidato externo, soy priista, soy miembro del PRI”, ha expresado.

 

Mañana será el cierre de campaña de Francisco Kiko Vega, en la zona centro de la ciudad de Tijuana, a las 17:00 horas, mientras que Fernando Castro Trenti será el domingo en el estadio de los Xolos de Tijuana, con capacidad para 33 mil personas sentadas.