Por lo menos 65 de cada 100 mexicanos se oponen a la inversión extranjera en el sector petrolero, reveló ayer la encuesta realizada por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), titulada México, las Américas y el Mundo 2012-2013.

El estudio, en el cual participaron más de dos mil 400 mexicanos –entre ellos dirigentes del sector empresarial, académico y gubernamental–, señala que los mexicanos apoyan la apertura económica, los Tratados de Libre Comercio y la globalización, pero están en contra de permitir la apertura en el sector energético.

 

“El baluarte del nacionalismo mexicano sigue siendo la energía, en particular, el petróleo: 47% está en contra de permitir la inversión extranjera en el sector eléctrico y 65%, en el petróleo”, dice la encuesta presentada por la cancillería mexicana.

 

Esta encuesta nacional a población y líderes mexicanos se realizó entre agosto y septiembre de 2012. Se lleva a cabo de manera bianual desde 2004 e incluye más de 120 preguntas sobre el papel de México en el mundo.

 

La coordinadora de este informe, Guadalupe González, destacó que 42% de los mexicanos que respondieron a la encuesta contestaron que preferiría vivir en el extranjero.

 

“Es una medida de fracaso”, dijo.

 

El documento detalla que el deseo de emigrar subió de 37% en 2010, a 42% en 2012, y señala que es en Estados Unidos, Canadá o España donde los mexicanos preferirían radicar.

 

“Estados Unidos es el país mejor evaluado de una lista de 23 países con 71 puntos de aprobación en el público, casi nueve puntos más que en 2008. En cambio, los líderes evalúan mejor a Canadá y Alemania (ambos con 79 puntos), Japón (77), Brasil (74) y Estados Unidos en quinto lugar (71)”, muestra la encuesta.

 

En cuanto a la inmigración en México, los estadunidenses, chinos y españoles son los extranjeros que gozan de mejor opinión dentro de la población, mientras que los argentinos, colombianos y guatemaltecos tienen opiniones menos favorables, detalla el informe.

 

“Los países y los inmigrantes centroamericanos se encuentran entre los menos apreciados por los mexicanos, quienes están divididos entre establecer programas de trabajadores temporales o endurecer los controles fronterizos”, explica el estudio.

 

Por otra parte, la seguridad fue uno de los principales temas que surgieron de la encuesta, ya que el narcotráfico y el crimen organizado continúan siendo, desde 2004, la primera preocupación de la población y de los líderes mexicanos.

 

Le siguen calentamiento global y la escasez y carestía de alimentos.

 

“Los mexicanos no están a favor de la legalización de las drogas, pero prefieren la prevención y la rehabilitación a las acciones militares en el combate al narcotráfico”, revela la encuesta.