El plan para que la Gendarmería Nacional, el nuevo cuerpo de seguridad del gobierno federal, marche el próximo 16 de septiembre, con su primer batería de diez mil elementos listos para entrar en operación, no será posible.

 

Autoridades del gobierno federal informaron que tanto la capacitación de los elementos y la constitución legal del nuevo cuerpo tomará algunos meses más,  por lo que no hay fecha oficial para su puesta en marcha, pese que la intención es que inicie su operación antes de que concluya el año.

 

La inversión de lo que aún no se conoce ni arranca es millonaria. 24 HORAS dio a conocer en mayo que a través de la partida presupuestal 79902 del presupuesto en el rubro “provisiones para erogaciones especiales”, se destinaron este año mil 500 millones de pesos para la conformación de la Gendarmería. Autoridades consultadas afirman desconocer el detalle del gasto del presupuesto.

 

Pero además para el siguiente año, la Secretaría de Hacienda analiza una partida de 2 mil millones de pesos más para este nuevo grupo.

 

En la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) sostienen que hay una preselección de varios de los elementos que la formarán, tanto del Ejército Mexicano como de la Marina; sin embargo, aún no se encuentra lista la base jurídica en la que se sustentará la operación y los alcances del cuerpo, y no lo estará tampoco en septiembre.

 

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018 no hizo mención alguna respecto a los alcances y objetivos del nuevo cuerpo, y en la agenda del periodo extraordinario de sesiones del Congreso tampoco figura alguna discusión sobre la constitución de la nueva corporación.

 

En este contexto se analiza, incluso, que este cuerpo quede formado como una nueva división de la Policía Federal, lo que abreviaría las modificaciones legales que se requieren, aunque tampoco está confirmado.

 

El Inspector general de la Policía Federal, Carlos Toledo Moreno, comentó el 8 de mayo que existía la intención de que la Gendarmería, ya constituida, participara en el desfile del 16 de septiembre, pero por la cercanía de esa fecha ya no será viable.

 

El viernes, luego de una reunión con activistas, el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, aseguró que el proyecto de la Gendarmería se mantiene, aunque con algunas modificaciones: su estado de fuerza inicial será de 5 mil elementos y no de 10 mil agentes, como se pretendía originalmente, y tendrá un mando civil en vez de uno militar.

 

Osorio no dio a conocer de forma precisa el grado de avance de la configuración de esta nueva organización, aunque descartó que vaya a estar lista en cuestión de semanas.

 

“Estamos pensando que se dé un tiempo suficiente para su preparación. No queremos una nueva parte de la Policía Federal, que se construya en un par de meses, queremos que esté bien construida”, dijo el funcionario en entrevista radiofónica.

 

El secretario de Gobernación reiteró algunos aspectos que ya se han mencionado con anterioridad respecto a la intención de que la Gendarmería refuerce la seguridad en las regiones de mayor incidencia delictiva y como apoyo a las policías locales, así como en instalaciones estratégicas.

 

La idea es que con la puesta en marcha de esta fuerza, que tendrá instrucción militar pero como cuerpo policial, se permita a las fuerzas armadas convencionales regresar a sus cuarteles de forma paulatina.

 

También se pretende que cuando la Gendarmería se ponga en marcha, esté acoplada ya a las exigencias de la reforma penal en materia de derechos humanos, investigación del delito y preservación de la escena del crimen, entre otros.

 

Críticas y dudas

 

Activistas y especialistas han mostrado su escepticismo y hasta rechazo a la idea de que se ponga en marcha un nuevo cuerpo de seguridad en el país, cuyos objetivos y alcances no han quedado aun claros.

 

María Elena Morera, de la organización Causa en Común, y quien participó en la reunión del viernes en Gobernación, consideró que el Gobierno federal debe dar a conocer públicamente y de forma definitiva cómo será la gendarmería, pues es algo que aún no quedó claro después del encuentro.

 

Sostuvo que Chong les habló de la posibilidad de que la nueva fuerza esté adherida a la Policía federal, y les prometió que la conformación “no se hará de forma precipitada”. Les dijo, además, que mandaría un documento con los alcances del nuevo cuerpo para que las organizaciones lo analicen y emitan sus recomendaciones.

 

En un foro de seguridad realizado en mayo, el especialista en temas de seguridad Ernesto López Portillo, expresó su rechazo tajante a la pretensión de destinar a militares convertidos en policías en trabajos de seguridad pública, y dijo que hay que trabajar en el fortalecimiento de las corporaciones policíacas que ya existen.

 

La firma de inteligencia estadunidense, Stratfor, definió a la Gendarmería como una policía “paramilitar”, y señaló que la lógica de esa fuerza se enmarca en la intención de la administración de Enrique Peña Nieto de convertir al crimen organizado en un asunto de seguridad pública y no seguridad nacional.

 

Alerta PRD de inconstitucionalidad

 

La fracción del PRD en la Cámara de Diputados alertó sobre la probable inconstitucionalidad de la Gendarmería Nacional. El legislador José Ángel Ávila opinó que la creación de un cuerpo de seguridad pública federal precisa de una reforma constitucional expresa.

 

“Dada la especificidad de sus funciones y su naturaleza, y dado que es un cuerpo de autoridad, que será un cuerpo armado, que tendrá facultades y atribuciones de un cuerpo de seguridad pública, entonces, sí debe tener basamento constitucional y, por lo tanto, cualquier otra vía que se adopte pudiera caer desde luego en la inconstitucionalidad”, puntualizó el diputado federal.

 

Instó por ello a la Secretaría de Gobernación a informar al Congreso los pasos a seguir para la integración de la Gendarmería Nacional, desde la óptica legal y hasta la óptica de logística y de organización.

 

Ávila recordó que la Policía Federal y la Policía Federal de Investigación, así como las corporaciones policiacas preventivas, auxiliares y de investigación en los estados y municipios cuentan con un basamento constitucional expreso y, por ello, la Gendarmería Nacional no tendría que ser la excepción.

 

Estimó que el Ejecutivo federal podría argumentar su atribución para organizar al Ejército Mexicano como mejor considere conveniente, pero insistió en que la nueva corporación no estaría en esa hipótesis, porque tendría funciones policiacas y de seguridad pública en el ámbito federal.

 

El también secretario de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados anticipó la presentación de un punto de acuerdo ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión para solicitar al gobierno federal información detallada al respecto.