LONDRES. El presidente de México, Enrique Peña Nieto, defendió hoy en Londres sus reformas destinadas a “transformar” el país y conseguir avances sociales y económicos a través del consenso político, en el último día de su gira por el Reino Unido.

 

Como parte de su visita de cinco días a Inglaterra e Irlanda del Norte, en la que participó en la cumbre del Grupo de los Ocho (G8) como invitado especial, Peña Nieto dio una conferencia en el Real Instituto de Relaciones Internacionales, más conocido como Chatham House, sobre las reformas que su gobierno ha impulsado.

 

Ante una audiencia de empresarios, diplomáticos y políticos, entre los que estaba la ex secretaria de Estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, el presidente defendió el Pacto por México, firmado en diciembre de 2012 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y el de la Revolución Democrática (PRD),  destinado a fomentar el crecimiento económico para acabar con la desigualdad social.

 

A través de este consenso, México tiene la “oportunidad histórica” de cambiar y revertir el poco crecimiento registrado en las últimas tres décadas, dijo el presidente.

 

Peña Nieto subrayó que al asumir el poder se fijó una serie de “metas nacionales”, como disminuir situaciones de pobreza y la desigualdad, la recuperación de la seguridad, mejorar la educación para que los ciudadanos estén preparados ante los desafíos del futuro y el apoyo a un crecimiento económico y sostenido.

 

Según explicó, México es un país que “crece a dos velocidades”, pues hay sectores que disfrutan de progresos y otros que viven en una situación de retraso, debido a la falta de empleos.

 

Sin embargo, estas medidas, defendió el mandatario, le permitirán a México “aprovechar sus oportunidades” para prosperar, y citó como metas futuras la reforma fiscal, energética y la flexibilidad del mercado laboral para que los jóvenes puedan conseguir trabajo.

 

Y en el ámbito internacional, Peña Nieto dijo que apoya la paz y la prosperidad a través de la promoción del libre comercio.

 

Entre otras cosas, el presidente mencionó el apoyo a la competencia en el sector de las telecomunicaciones para que los mexicanos tengan acceso a los servicios telefónicos y de banda ancha que “estén al alcance de todos a precios más baratos”.

 

“Tenemos por delante una ambiciosa agenda de trabajo”, dijo el titular del Ejecutivo, que puso énfasis en la importancia de poner en marcha una reforma financiera para que aumente el nivel del crédito, más barato, al alcance de todos los mexicanos.

 

“Las circunstancias están dadas para transformar y fomentar el desarrollo social”, dijo.

 

En el ámbito energético, Peña Nieto insistió en que el objetivo del gobierno federal no es privatizar el sector de hidrocarburos y que la empresa nacional Pemex seguirá en manos del Estado, aunque, según dijo, hay necesidad de ampliar la producción.

 

A fin de conseguir unos precios energéticos más baratos, será necesario una reforma energética que permita el acceso al sector privado para ampliar estas necesidades.

 

“No se trata de privatizar”, pues el “Estado es el dueño del petróleo”, pero hay una necesidad de “ampliar la capacidad”, dejó claro el presidente.

 

Respecto a la reunión del G8 (países ricos y pobres) celebrada este lunes y martes en Irlanda del Norte, Peña Nieto destacó los avances para combatir la evasión de impuestos y se mostró a favor de participar en un mecanismo para intercambiar información fiscal con el Reino Unido, España, Alemania, Italia y España.

 

Sobre los problemas de inseguridad en México, el presidente recordó que hay “señales alentadoras” de una disminución de la violencia en algunos de los municipios donde hay mayor criminalidad.

 

En el G8, Peña Nieto participó ayer en un almuerzo en el que también estuvieron presentes el presidente de Estados Unidos, Barack Obama; el primer ministro británico, David Cameron, así como la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.