Las protestas en Sao Paulo, Río de Janeiro y otras ciudades de Brasil, desencadenadas por un alza de 10 centavos en las tarifas del transporte público, va más allá del reclamo.

 

La frustración generalizada sobre la pesada carga tributaria, tiene efectos.

 

Se habla de que al menos 100 mil personas mantienen sus protestas en el marco de la Copa Confederaciones.

 

En tanto, los manifestantes anunciaron  que efectuarán protestas mayores contra el incremento al transporte, lo cual genera temores sobre más enfrentamientos con la policía y crece las dudas sobre la seguridad de las actividades que se celebran en el país, en el marco dela Copa de futbol.

 

Ante el peligro en que se encuentra la reputación de Brasil, las autoridades prometieron evitar el tipo de confrontaciones sangrientas que sacudieron la semana pasada a la ciudad. Los jefes policiales anunciaron públicamente que no dispararían balas de goma durante las protestas ni recurrirían a unidades antidisturbios.(Con información de AP)