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Entre acusaciones por desvíos de recursos y semáforos de contingencias democráticas, irrumpen en la escena política y de cara a las elecciones del próximo 7 de julio un grupo de animales: gatos, perros y  burros, entre otros, pretenden llegar al poder con el mismo ahínco que los candidatos de los partidos políticos.

 

Una deteriorada imagen de la política, lleva a la cansada ciudadanía a proponer candidatos independientes de forma absurda; una sociedad que preferiría ser gobernada por un animal a ser “saqueada” por un actor político.

 

El pionero es el llamado “candigato” Morris, de la ciudad de Xalapa, Veracruz, un ambicioso minino que amenaza con anular la elección de julio con el propósito de impedir que lleguen los actuales candidatos al poder y también que puedan postularse en el futuro.

 

El mensaje es claro y no requiere explicación: “¿Cansado de las ratas? Vota por un gato.

 

Al gato Morris se sumaron ya otros animales en diferentes entidades de las 14 que van a celebrar comicios locales este año, lo que al principio comienza como una broma, toma una fuerza seria que entre el juego, deja ver una realidad mexicana lastimada y exhausta.

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El burro Chon

Es el candidato animal en Ciudad Juárez, Chihuahua y acumula seguidores día con día, está próximo a superar los 4 mil amigos en Facebook, una cifra que si bien no es despreciable, está lejos de los más 100 mil suscriptores que ya tiene el candigato jalapeño.

 

En Oaxaca, surgió otro candigato con una estrategia muy similar a la de Morris, este otro minino se identifica como Hachi; en Puebla se destapó la candigata Maya, que propone matrimonio igualitario, reparación a vialidades y capacitación a las corporaciones policiacas.

 

 

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Más de dos mil seguidores acumula, en tanto el “can-didato” Titan, también en Oaxaca, quien incluso tiene propuestas perrunas para integrar su gabinete de trabajo.

 

La autoridades electorales en Veracruz pidieron a la ciudadanía no desperdiciar su voto sufragando por Morris, dado que ninguna papeleta que se pronuncie en favor de algún candidato legalmente registrado será tomada en cuenta.

 

La fauna política impone tendencia en las redes sociales y lentamente sale a las calles con la impresión de playeras, botones y demás artículos típicos de  las campañas convencionales, no sería sorpresivo que en algún momento pudieran trascender y obsequiar, por ejemplo, despensas, estrenos de telenovela o ropa interior.

 

Bastará un 20% de la votación total para que un candidato se salga con la suya y eche abajo el proceso electoral de algún estado, una broma que lentamente puede convertirse en amenaza mientras queda la cuestión en el aire: ¿Estará atendiendo la clase política este llamado de alerta ciudadana?