ROMA. La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) felicitó a 38 países, latinoamericanos y africanos en su mayoría, por haber logrado, con dos años de antelación, los objetivos del “Reto del Hambre Cero”, aunque advirtió de que el hambre es endémico en muchos países.

 

El “Reto del Hambre Cero” se trata de un programa impulsado en 2012 por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, que propone una serie de objetivos a cumplir antes de 2015.

 

Entre dichos objetivos figuran el pleno acceso a una alimentación adecuada, evitar el retraso del crecimiento de los niños, asegurar la sostenibilidad del sistema alimentario, lograr el incremento en la productividad o evitar el desperdicio de alimentos.

 

Dos años antes de que el programa toque a su fin, la FAO, con sede en Roma, se congratula de los esfuerzos que los estados están realizando en relación con el hambre. Los 38 estados felicitados por la FAO son los que han cumplido el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM-1) y los que, además de éste, han cumplido adicionalmente con lo estipulado en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) de reducir a la mitad el número de personas desnutridas desde 1996.

 

Los 20 países que lograron alcanzar el ODM-1 fueron los latinoamericanos Brasil, Chile, República Dominicana, Honduras, Panamá y Uruguay, los africanos Argelia, Angola, Camerún, Malawi, Níger, Nigeria y Togo y los asiáticos Camboya, Fiji, Maldivas e Indonesia.

 

Los 18 estados que alcanzaron tanto el ODM-1 como la meta lo acordado en la CMA fueron los africanos Yibuti, Ghana, Santo Tomé y Príncipe, los latinoamericanos Cuba, Guayana, Nicaragua, Perú, San Vicente y las Granadinas o Venezuela y los asiáticos Turkmenistán, Tailandia o Vietnam.

 

“A nivel mundial, el hambre se ha reducido en la última década, pero 870 millones de personas todavía están desnutridas, y otros millones de seres humanos sufren las consecuencias de la desnutrición”, dijo el responsable de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva, quien culpó de esta situación a la inaccesibilidad a los recursos alimentarios y a los servicios que necesitan las familias para producir, adquirir u obtener suficientes alimentos.

 

En este sentido, la FAO sitúa a la agricultura como el sector destinado a desarrollar un papel fundamental en la batalla contra el hambre, ya que más de 70 % de los pobres vive en el medio rural por lo que aumentar la productividad agrícola “mejoraría el acceso a los alimentos”.