ANKARA. Un agente de la policía turca falleció este jueves a causa de las heridas sufridas tras caerse anoche en una zanja de construcción cuando corría detrás de unos manifestantes durante una protesta en la ciudad de Adana, en el sur de Turquía.

 

De acuerdo a la agencia Anadolu, se trata del primer policía muerto desde que estallara la semana pasada la ola de protestas antigubernamentales en Turquía, que se han cobrado la vida de tres manifestantes hasta ahora.

 

Por su parte, el gobernador de Adana, Huseyin Avni Cos, anunció este jueves la muerte del policía, quien falleció en un hospital a pesar de los esfuerzos de los médicos.

 

Mientras que las fuentes oficiales hablan de unos 300 heridos, de ellos 260 policías, el colegio de médicos de Turquía asegura que desde el comienzo de las protestas ha registrado más de cuatro mil heridos.

 

Por otra parte, este jueves el pueblo turco espera la llegada del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, que aterrizará en el aeropuerto Atatürk de Estambul, ya que de su actitud dependerá la evolución de las protestas que desde hace diez días mantienen en vilo al país.

 

Erdogan, que partió el pasado lunes por la mañana para una gira por Marruecos, Argelia y Túnez, había asegurado que a su vuelta, las protestas ya se habrían disipado.

 

Pero no ha sido así, ya que las buenas palabras y los llamamientos a la calma, tanto del presidente, Abdullah Gül, como del viceprimer ministro, Bülent Arinç, no han llegado a la raíz del asunto, en opinión de los manifestantes.

 

Las continuas cargas policiales con chorros de agua a presión y gas lacrimógeno, que se suceden desde la madrugada del viernes pasado, siguen manteniendo la tensión alta.

 

Si Erdogan elige una actitud conciliadora y responde a las demandas planteadas, la tensión puede calmarse rápidamente, pero si mantiene la línea dura mostrada antes de su viaje, es probable que las protestas se intensifiquen, creen muchos manifestantes.