ANKARA. El Ejecutivo turco ofreció hoy su primer balance detallado de la ola de manifestaciones antigubernamentales que sacude al país desde hace días: 746 protestas en 78 de las 81 provincias, 117 detenidos y  mil 431 heridos, una cifra muy por debajo del número de lesionados que dan las asociaciones médicas.

 

El ministro del Interior, Muammer Guler, señaló que entre los heridos hay 915 civiles, de los que 79 siguen hospitalizados, y 516 miembros de las fuerzas de seguridad.

 

Guler precisó que hay ocho manifestantes ingresados en cuidados intensivos y que cuatro de ellos están en estado crítico.

 

Hasta el momento, las protestas han dejado tres manifestantes fallecidos, uno de ellos en estado de muerte cerebral, y un agente que perdió la vida al caer en una zanja mientras perseguía a participantes en las protestas.

 

El Colegio de Médicos de Turquía declaró ayer que más de cuatro mil manifestantes han resultados heridos en las protestas y que hay casos de pérdidas de ojos y de traumatismos craneales.

 

La lista de daños durante las protestas incluye 280 centros de trabajo, 103 vehículos policiales, 250 vehículos particulares, una comisaría y doce sedes de partidos, una del opositor CHP y once del gobernante Partido de la Justicia y Desarrollo.

 

Erdogan que no dará marcha atrás

Por su parte, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo hoy que no retrocederá en sus planes urbanísticos sobre Estambul, que han originado las masivas protestas en Turquía y entre cuyos participantes aseguró que hay “condenados por actos de terrorismo”.

 

“Los ciudadanos que tienen una responsabilidad en la protección del medio ambiente tienen que saber que algunas (personas que participan en las protestas) están condenadas por actos de terrorismo”, dijo Erdogan en una conferencia de prensa en Túnez, donde concluye hoy una gira regional.

 

La madrugada del pasado viernes la policía desalojó a quienes protestaban contra una remodelación urbanística que prevé construir un centro comercial en uno de los parques de Estambul, lo que desencadenó unas protestas que se han extendido por todo el país y que han causado tres muertos y cuatro mil heridos.

 

En una comparecencia ante los medios, Erdogan hizo referencia a que dichas personas están fichadas por ataques a la embajada estadounidense, en relación al atentado perpetrado el pasado 1 de febrero en Ankara por un grupo de extrema izquierda.

 

El primer ministro turco insistió en la defensa del proyecto y sugirió que no se dará marcha atrás en la decisión tomada para la intervención urbanística en el parque.

 

Erdogan negó la posibilidad de abrir un diálogo con los manifestantes y subrayó: “No podemos concretar nada con la gente que provoca incendios”.

 

“Ya he declarado que pido perdón por el uso excesivo de gases lacrimógenos, pero no existe ningún país que no los utilice”, dijo el primer ministro turco, que participó en Túnez en la apertura de un foro empresarial turco-tunecino.